Edificios que atesoran historia en Lourizán, pero se caen a cachos

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El personal de la antigua escuela de capataces se queja de falta de medios y del abandono del palacio de Montero Ríos

09 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Atesorar un trozo de historia no garantiza atenciones. Por lo menos en el caso del Centro de Formación e Experimentación Agroforestal y del Pazo de Montero Ríos, en Lourizán (Pontevedra). A pesar de las múltiples promesas de distintas Administraciones, el Pazo acumula décadas de olvido. El que fue durante el siglo XIX lugar de descanso del exministro Eugenio Montero Ríos y escenario de decisiones políticas de trascendencia, ofrece una imagen que duele y preocupa.

La falta de inversión, sumada a alguna intervención desafortunada, y el paso de muchos temporales hacen urgente una rehabilitación del pazo. Quienes están más cerca de él, el personal del centro agroforestal, señalaron ayer que el edificio está apuntalado en varias zonas y vallado en otras. «El peligro más importante -señaló el comité de personal- es que cualquier día se produzca un incendio por un cortocircuito y nos encontremos un palacio en llamas como estamos acostumbrados a ver en edificios antiguos de estas características».

Ese abandono se ve agravado por la reciente jubilación de la gobernanta, aunque una sola persona se ocupaba del mantenimiento de un inmueble de esas dimensiones. Ni centro de interpretación del Parque Nacional Illas Atlánticas, ni centro medioambiental de Galicia, ni instituto climatológico de la comunidad ni centro de estudios botánicos. Las promesas cayeron en el saco roto de distintos gobiernos autonómicos, ya que la finca, propiedad de la Diputación de Pontevedra, fue cedida a la Xunta hasta el 2020.

Si el pazo está como está, tampoco está para echar cohetes el centro agroforestal, antigua escuela de capataces forestales. Un centro que depende de la Consellería do Medio Rural. Con más de sesenta promociones a sus espaldas y después de haber sembrado de guardas forestales muchos rincones de la Península, su continuidad está peligro. Eso es al menos lo que sostiene el comité de personal. Al no estar considerado como un centro de Educación, denuncian que no se cubren las bajas de profesores, monitores o personal de cocina e internado. Temen un paulatino cierre de servicios que acabe con su extinción. También se quejan de retrasos en el pago de facturas que están afectando al suministro por parte de proveedores y de que soportan unos medios informáticos obsoletos, sin aula específica, «algo inadmisible en un centro del siglo XXI».

Desde Medio Rural se admitió ayer que la renovación de los equipos informáticos del centro agroforestal es necesaria. Respecto al pago a proveedores, indicó que se tienen que tramitar ante Habilitación de la consellería dentro de una asignación que es anual. Sobre el mal estado de los edificios incidió en que la propiedad es de la Diputación.

Estatuas blancas, ahora negras, que reciben al visitante. La falta de mantenimiento hace que las esculturas de la entrada del pazo que fue residencia de Montero Ríos estén casi negras.

Grietas y vegetación en las paredes. El exterior del pazo de Lourizán, cuya construcción se inició en el siglo XV, presenta varias grietas y abundante vegetación en las paredes exteriores.

Filtraciones que obligan a apuntalar. Una de las estancias interiores del pazo está apuntalada debido a caídas del techo provocadas por filtraciones. Hay un andamio y muchas humedades.

Vigas ya oxidadas para asegurar ventanales. Por fuera también son visibles varias vigas de hierro, oxidadas por el paso del tiempo, para evitar desprendimientos en una zona de ventanal.

Árboles con riesgo de derrumbe. El personal del centro agroforestal alerta del mal estado de un árbol de grandes dimensiones, podrido por dentro, que podría caerse sobre el pazo.

Medios informáticos obsoletos. El centro, que imparte los ciclos de grado medio y superior forestales, cuenta con medios obsoletos y carece de aula informática.