Repunte de falsos secuestros virtuales en toda España

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Atlas TV

La Comisaría de Pontevedra advierte de que se trata de una estafa telefónica

16 feb 2016 . Actualizado a las 18:55 h.

La Policía Nacional ha detectado un repunte de llamadas comunicando falsos secuestros virtuales. Se trata de «una modalidad de estafa telefónica en la que se busca generar una situación de bloqueo y angustia en el interlocutor, haciéndole creer que un familiar cercano ha sido secuestrado y que será torturado si no paga de forma inmediata un rescate». 

Por lo pronto, desde finales de enero, se han registrado más de medio centenar de víctimas, principalmente en la Comuniad de Madrid, aunque también se han comunicado intentos de estafa en distintas provincias de toda España. En todos los casos, el mismo modus operandi: «Los supuestos secuestradores realizan llamadas generalmente por la tarde, entre las 16:00 y las 23:00 horas, desde teléfonos ocultos o con el prefijo 0056 (Chile), e intentando desde el primer momento intimidar a la víctima para que, ante su situación de nerviosismo, les facilite más información sobre el supuesto familiar secuestrado y hacer incluso más creíble la situación». 

Se trata de que, ante frases del estilo de «mamá, estoy secuestrado» o «me quieren matar», la víctima no pueda colgar para comprobar la veracidad de los hechos. De este modo, buscan que pague un rescate que oscila entre los 1.000 y 10.000 euros.

Desde la Policía Nacional advirtieron de que se trata de llamadas indiscriminadas, preferiblemente a teléfonos fijos, y en el momento en que descuelgan les comunican que su hijo u otro familiar está secuestrado. Los investigadores apuntan, en este sentido, que cuando una de las llamadas les produce resultados positivos, «los delincuentes continúan telefoneando a los números sucesivos». Esto explica, entre otras cuestiones, que numerosas víctimas se concentren en los mismos barrios o localidades.

Además, para darle más credibilidad a la amenazas, los delincuentes se identifican como miembros de bandas criminales, llegando a imitar la voz de los presuntos familiares ?secuestrados, imitaciones que duran apenas unos segundos para evitar que la víctimas, inmersas en un gran nerviosismo, descubran el engaño. También recurren a efectos sonoros que «conducen a sus víctimas a un bloqueo que les impide comprobar la veracidad de la amenaza y la localización de los supuestos rehenes, a no realizar preguntas para las que los secuestradores no tienen respuestas, a no avisar a la Policía y a pagar cuanto antes». 

A diferencia de otros hechos anteriores, los autores «han pasado del pago mediante depósitos a través de compañías internacionales dedicadas a tal actividad a las entregas en mano, haciéndoles creer que están vigilando para que no intenten realizar ninguna otra llamada o comprobación», añadieron desde la Comisaría de Pontevedra. Pese a que se han denunciado medio centenar de hechos en buena parte de España, hasta la fecha, tan solo una persona ha realizado el pago del supuesto rescate, de tal modo que «la víctima transfirió a los criminales 1.000 euros en un locutorio de Madrid».