Padres de alumnos rechazan que se aplace la aplicación del mapa escolar

La Federación Provincial de ANPA de Centros Públicos (Fanpa) de Pontevedra se refirió ayer a la decisión de Educación de aplazar hasta el curso 2017/2018 la aplicación del nuevo mapa escolar del municipio. La entidad valoró positivamente «el esfuerzo» que la consellería y la Xefatura Territorial están haciendo para establecer otra zonificación «que conjugue las necesidades actuales con vistas a no cerrar líneas en la ciudad y a la no despoblación de los colegios». Sin embargo, cuestionó que los criterios de «transparencia», «diálogo» y «consenso» a los que alude la Administración se estén aplicando solo a una parte de la comunidad educativa. «Los representantes de los tutores de los alumnos, ANPA y federación, no hemos sido partícipes en ningún momento de esa transparencia, ni de ese diálogo, ni mucho menos, de ese consenso», señaló el presidente de la Fanpa, Rogelio Carballo. La entidad afirmó que no a va respaldar ni refrendar un mapa escolar presentado a la ciudadanía como un hecho consumado. «La política del siglo XXI no puede consistir en un diálogo de la Administración consigo misma, pues recordamos que los directores son parte de la propia Administración», remachó. La Fanpa tampoco está de acuerdo con el aplazamiento en la aplicación del nuevo mapa: «Desde que se detectaron los problemas derivados del actual mapa, a finales del curso pasado, han transcurrido más de ocho meses, tiempo más que suficiente para haber consensuado dicho mapa».

Por su parte, la concejala de Educación de Pontevedra, Carme Fouces (BNG), hizo ayer una lectura en clave política. «O mapa escolar é un documento polémico e témome que hai un aviso ao PP de paralizar calquera decisión polémica ante unha posible convocatoria de eleccións autonómicas», remachó. La edila añadió que estas decisiones suelen reforzar a los centros privados.

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