«Donde se originó el fuego, no lo sé. La tienda, inservible, seguro. Fue horrible»

No hacía ni quince minutos que Pilar Lemos había echado el cierre de su negocio, Cuplé -la antigua zapatería California- cuando recibió una llamada telefónica de una amiga: «Pili, acaban de parar los Bombeiros delante de tu tienda. Hace un mes me rompieron el escaparate. 'Voy corriendo', le dije. 'Te van a romper la puerta' y yo con la desesperación de que iba a llegar con las llaves».

Ya se encontró con el cordón policial que cortaba buena parte de Michelena. «No me dejaron pasar. Me dijeron: 'No se preocupe que los Bombeiros van a sofocar el fuego y la tienda no está ardiendo. Sale mucho humo y no es de la tienda'».

Pudo observar como el personal del servicio contraincendios accedía al edificio por una puerta al lado de su negocio, que da acceso al piso de arriba -«nadie vivía»- y comunica con La Moda. «Donde se originó el fuego, no lo sé. La tienda, inservible, seguro. Fue horrible, horrible».

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