2015, manitas, batacazos y tres ascensos

PONTEVEDRA

Los procesos electorales, sus consecuencias políticas y los éxitos deportivos marcaron un ejercicio que tuvo como corolario el puñetazo que recibió en su ciudad Mariano Rajoy

03 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El quinto mandato de Lores, la pérdida de la Diputación para el PP, la agresión sufrida por Rajoy, Javi Gómez Noya pentacampeón mundial de triatlón y los ascensos de Teucro, Cisne y Pontevedra? El 2015 se caracterizó informativamente en el ámbito pontevedrés, sobre todo, por la política y el deporte. A mi juicio, recordaremos el año que acabamos de despedir por dos manitas, algunos batacazos, un puñetazo y tres ascensos. Me explico.

Fue un año marcado por los procesos electorales. Los comicios locales depararon la victoria de Miguel Anxo Fernández Lores con un amplio respaldo social después de 16 años al frente del Concello. Lores ha logrado maridar su marca con el modelo de ciudad que ha seguido recibiendo galardones y reconocimientos internacionales, diluyendo cualquier fantasma de que pudiera estar quemado. Aunque se quedó en puertas de la mayoría absoluta, no tuvo problema para asumir su quinto mandato consecutivo consumando una manita histórica en la ciudad de Mariano Rajoy, feudo electoral del PP, salvo cuando se trata de elegir alcalde.

Pero los meses transcurridos evidencian que Lores y su grupo aún no han logrado acomodarse a gobernar en minoría, a diferencia de legislaturas anteriores por la colaboración del PSOE. La ausencia, de momento, de cualquier pacto de gobierno o de legislatura debería haber llevado ya a Lores y los suyos a propiciar acuerdos en cuestiones prioritarias. Pero lejos de una política de aproximación, el gabinete nacionalista va por libre. Aprovecha los amplios poderes que otorga la Ley de Grandes Ciudades a los alcaldes y comisiones de gobierno. Y cuando se llegó a una situación límite, Lores usó su voto de calidad para aprobar los presupuestos municipales, gracias a la baja médica de un concejal de la oposición. Fue lícito pero éticamente reprobable.

Complejo panorama

Mariano Rajoy se acaba de desquitar a domicilio con las recientes generales. Aunque se cumplió lo que predecíamos: una amarga victoria, tanto por el descrédito que arrastra el PP, traducido en una severa pérdida de votos, como por el complejísimo panorama que ha dejado el resultado del 20D para articular una opción de gobierno. Pero estas elecciones generales serán recordadas en Pontevedra por el puñetazo sufrido por el candidato popular a manos de un menor de 17 años en pleno paseo electoral. Un hecho inédito, muy grave en sí mismo y que tuvo una trascendencia extraordinaria. Pero si alguien, además, aguardaba una traducción en términos electorales, se habrá encontrado con que resultó irrelevante, analizado con la perspectiva que ya ofrecen los días transcurridos. En cambio, las peores secuelas serán para el propio chaval, de momento internado en un tutelar de menores, y, por supuesto, para su familia.

En materia de política, un análisis del 2015 requiere ponderar otro enorme titular que dejaron las municipales de mayo: por primera vez desde que estamos en democracia, el centroderecha ha perdido el control de la Diputación. La institución provincial regida desde 1979 sucesivamente por UCD, AP y luego PP, ha pasado a ser gobernada por un gabinete coaligado PSOE-BNG a cuyo frente figura, también por primera vez, una mujer. Aparentemente, el tándem que lideran Carmela Silva/César Mosquera funciona, según trasladan los primeros meses de ejercicio.

El 24M deparó numerosos reveses electorales pero ninguno llega a la dimensión del batacazo que se pegó Rafael Louzán. En su condición de máximo dirigente provincial del PP, fue el principal responsable del retroceso sufrido y, particularmente, pagó con su salida de la Diputación. Y para colmo ha visto cómo en su pueblo de Ribadumia, el Partido Popular también fue arrinconado a la oposición. Es presumible que su carrera política esté en vías de extinción, una vez cese en la presidencia de ese partido.

En el 2015, el deporte ha dado numerosas alegrías. La principal fue el triplete de ascensos que consiguieron los tres principales clubes de la capital, materializados entre mayo y junio. El hito, de paso, está poniendo a prueba nuestra capacidad de respuesta como sociedad para afrontar los costes que genera. Parece que de momento hemos dado la medida pues Pontevedra CF, Teucro y Cisne compiten en sus respectivos campeonatos sin agobios económicos.

El éxito del balonmanjo

Los dos clubes de balonmano pelean por mantenerse en Asobal y División de Honor respectivamente. Por cómo les va, asemeja que son objetivos accesibles. En cuanto al equipo granate, actualmente cuarto en la tabla, acaricia consolidarse en puestos para jugar el play off de ascenso, con la manifiesta aspiración de subir a la Liga Adelante, lo que sin duda encandilaría de nuevo a la ciudad y comarca.

Junto a los éxitos de deportes de equipo, el año que acaba de culminar será recordado por otra manita: el quinto título de campeón del mundo de triatlón conseguido por Javier Gómez Noya.

El pentacampeón es el vecino deportivo más ilustre de esta capital, donde compatibiliza períodos de descanso y parte de su entrenamiento anual. Su prodigiosa carrera deportiva solo es superada por su enorme calidad humana. Pese la acumulación de halagos, títulos y premios, sigue desbordando humildad y naturalidad, las mismas con las que ejerció de pregonero en la última Semana Grande de las Fiestas de la Peregrina.