«Nos jugamos la posibilidad de mantenernos». Así de claro se pronunció ayer el entrenador del Cisne Balonmano, Edin Covelo, sobre la importancia del partido que disputan los pontevedreses, esta tarde a partir de las 17.30 horas en la cancha del Centro Galego de Tecnificación Deportiva, ante el Amenábar de Zarauz, último clasificado de la División de Honor Plata del balonmano nacional.
El preparador local espera que sus pupilos salgan «a darlo todo» para conseguir una victoria vital que sirva para poner tierra de por medio con los puestos del descenso. Actualmente, los de Covelo marchan en décimo cuarta posición con cuatro puntos, los mismos que los vigueses de la Academia Octavo que marcan los puestos de descenso y solo un punto por encima que su rival de esta tarde.
Confía el entrenador en conseguir una victoria ante un rival directo para «no complicarnos», puesto que una derrota esta tarde obligaría al cuadro capitalino a sumar puntos ante rivales teóricamente superiores en los próximos partidos.
No obstante, Covelo no se fía de la aparente inferioridad de los vascos. «Por su juego, no sé como están en ese puesto», reconoce el preparador que destaca la peligrosidad de los extremos vascos y su primera línea de ataque. El grado de compenetración de los de Zarauz, un grupo que llevan varios años compitiendo juntos, es otro de los aspectos que preocupan en el seno del Cisne. Por el contrario, Covelo espera que sus jugadores aprovechen la fragilidad defensiva que demostraron los vascos en sus últimos partidos para conseguir la victoria y hacerse fuertes en casa.
Para facilitar la tarea, en el vestuario esperan un pabellón abarrotado que lleve en volandas al equipo hacia una victoria muy necesaria como ya ocurrió en el pasado encuentro ante el Zamora, donde el Cisne consiguió un inesperado empate gracias al apoyo de la afición.
Para el duelo de esta tarde, Covelo no podrá contar con Toño Lafuente, recientemente operado de su rotura del ligamento anterior en una de sus rodillas. El que sí estará disponible es Pablo Vidal, ya recuperado de su rotura de fibras.