El David azul se rinde ante un Goliat blaugrana e invencible

Carmen García de Burgos PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Quique Domínguez, quien llegó ayer a Barcelona junto a su plantilla, confiesa que dar esperanzas a sus jugadores sería «faltar a la verdad»

18 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Cuando formas parte de esta liga tal como está la cosa; cuando el Barcelona lleva tantos partidos sin perder, proclamándose campeón durante los últimos años; sabiendo todo el mundo que es campeón antes de que empiece la competición, este seguramente es el partido más facil de preparar y de jugar. No hay posibilidad de ganar. Creo que decir lo contrario sería engañarnos o engañar a la gente. Es así, es la realidad». Quique Domínguez lleva semanas advirtiendo de que no tomaban ayer el avión a la capital catalana para regresar con una victoria del partido que disputarán esta tarde, a partir de las 20.30 horas, en el Palau Blaugrana. 

«En deporte se han visto muchas cosas, pero  la superioridad es tal que no se puede dar esa circunstancia». lo ha dicho alto y claro, por activa y por pasiva, y a afición y plantilla. No tiene opciones y no van a obligarse a un imposible. Los catalanes llevan tres temporadas invictos; exactamente 69 partidos. Y los azules acaban de aterrizar en su feudo conscientes de que van a convertirse en el número 70.

Por eso han adaptado su filosofía a la peculiaridad de esta noche: «Vamos a cumplir algunos objetivos diferentes a los de otros partidos, dando por sentado que el Barcelona está fuera de nuestro alcance, que es un equipo inaccesible para nosotros, muy superior. Por lo tanto, tenemos que buscar otra serie de objetivos, como puede ser mantener nuestra personalidad como equipo», reconoce Domínguez. A estos suma poco después otros: «Hay que enfocar el partido de otra manera, compitiendo y teniendo también nuestro orgullo, nuestra personalidad y nuestra manera de jugar, y llevándola hasta el final, como siempre, eso sí. Pero tampoco yo puedo engañar a los jugadores diciéndoles que tenemos posibilidades de ganar mañana (por hoy) aquí, porque sería faltarles a la verdad». 

Y, si la victoria no va a ser un aliciente para el partido, este si va a tener otros muchos más. «Hay jugadores que van a jugar por primera vez en este escenario, en el Palau blaugrana, y también por primera vez contra el Barcelona. Para ellos van a ser experiencias que recordarán y les servirán para seguir creciendo como jugadores», señala el técnico en relación al aprendizaje individual, 

Retos compartidos

A nivel de equipo, los retos son similares: «Mantener la personalidad, la forma de jugar y ver de lo que somos capaces ante un equipo tan superior y tan fuera del alcance de todos los equipos de esta liga» como es el Barça.

No solo el Teucro lo sabe; también el equipo catalán: «Como equipo grande que son, si lo son es también porque preparan cualquier partido como un partido importante, porque llegan a los partidos conociendo a los rivales, y porque estoy seguro de que  él sabe que son muy superiores a nosotros, pero querrá también tener a sus jugadores metidos en el partido y evitar cualquier sorpresa. Yo, si estuviese en su puesto, haría lo mismo», y advertiría de que el contrario es un cuadro a tener en cuenta.