A juicio por amputar una oreja de un mordisco en una riña de borrachos

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El fiscal refiere en su escrito «una previa y abundante ingesta de alcohol»

13 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Comenzó con una discusión encharcada en alcohol y terminó con uno de los contendientes amputándole de un mordisco a su amigo parte del hélix de la oreja derecha. Ambos tendrán que responder de esta riña ante los magistrados de la Audiencia, si bien el futuro que puede deparar a uno y a otro es sustancialmente distinto. Y es que mientras H. T. C. se enfrenta a una posible multa de 320 euros por una falta, José Manuel B. F. podría terminar dando con sus huesos en la cárcel, toda vez que el fiscal le solicita tres años y tres meses de prisión al considerarlo autor de un delito de lesiones graves.

Pasaban unos minutos de las siete de la mañana del 25 de enero del 2014. El fiscal deja entrever que la noche de aquel viernes al sábado fue larga para ambos marinenses, quienes, a esa hora, se encontraban en la calle Concepción Arenal en compañía de terceras personas. El alcohol había corrido sin pausa, una circunstancia que había empezado a hacer mella en su comportamiento. El fiscal alude a que se encontraban «con sus facultades intelectivo volitivas afectadas por una previa y abundante ingesta de alcohol», lo que le lleva a aplicar una atenuante.

Sin que hayan trascendido los motivos, ambos acusados empezaron a discutir acaloradamente. Instantes después se acometieron mutuamente enzarzándose en una pelea, en la que H. T. C. propinó varias patadas que impactaron en las piernas, así como en la mano y muñeca izquierdas de José Manuel, precisa el fiscal.

Este último se revolvió, saltó sobre la espalda de su atacante y, «tras atenazarle, le propinó un fuerte mordisco en la oreja derecha, arrancándole un pequeño trozo» de apéndice. Trasladado a urgencias de Montecelo, a donde también acudió su compañero de banquillo, requirió de tratamiento quirúrgico menor que no evitó, sin embargo, que le restara como secuela la pérdida de este trozo de oreja.

Por su parte, José Manuel fue diagnosticado de contusiones simples en la rodilla derecha y en la muñeca izquierda, lesiones para las que solo precisó de una única asistencia facultativa. Si bien tardo quince días en curar, cinco de ellos estuvo impedido para sus ocupaciones habituales. Eso sí, tal y como pone de manifiesto el ministerio público, no le queda ningún tipo de secuela.

El Sergas reclama la asistencia

En su escrito, el fiscal desvela que el Sergas tiene intención de reclamar el coste de la asistencia prestada a ambos acusados, si bien no puede precisar la cantidad económica concreta. Y es que, en el momento de redactar su escrito de acusación, no constaba aún cifra alguna. En cualquier caso, y al margen de este dinero, el ministerio público sostiene que José Manuel deberá indemnizar a H. T. C. con 675 euros por las lesiones padecidas como consecuencia de la pelea en la que se vieron involucrados, así como se le imponen otros cinco mil euros por las secuelas. En el caso de H. T. C, la indemnización que se le reclama asciende a un total de ochocientos euros por las contusiones sufridas por José Manuel.