Los de Quique Domínguez reaccionaron tarde y pagaron con la derrota sus fallos en defensa
12 sep 2015 . Actualizado a las 05:10 h.Volvía el mejor balonmano a la capital cántabra con un partido entre dos equipos recién ascendidos que supieron en todo momento la trascendencia de los puntos en juego. El partido se disputó de poder a poder, dos rivales muy conocidos entre ellos, pero que dejaron sensaciones muy similares en la pista a las del año pasado. Pese a ello, el equipo visitante dispuso del último balón de partido que puso haber supuesto un empate in extremis. Sin embargo, la defensa del Go Fit supo cerrar bien la jugada y robar el balón a falta de cuatro segundos para acabar ganando 29-28. A lo ajustado del marcador se sumó un partido con demasiadas exclusiones por parte de los locales, alguna de ellas rigurosa, y bastantes perdidas de balón. Los cantabros salían motivados por el debut ante los suyos. Era la primera vez que la élite del balonmano jugaba en Las Albericias y el capitán del Go Fit, Manuel Herrero Lon, autor de 8 goles, y Pablo Paredes Lapeña quisieron brillar ante los suyos.
Tres fallos en la línea de siete metros del Teucro acabaron con la esperanza de ganar el partido. El partido comenzó con el Go Fit Sinfín imponiendo el ritmo de juego y tratando de concluir sus ataques con facilidad. Aún así, no fue un inicio fácil para los cántabros, que acusaron los nervios de su inexperiencia en la categoría.
Regalos desperdiciados
El equipo tuvo muchas pérdidas de balones en estos minutos y la circulación de la pelota en las transiciones fue poco clara. Baste decir que los locales fueron sancionados con varias faltas de ataque, una acción poco habitual en balonmano. Por su parte, el Teucro jugaba su partido pero desperdiciaba todos los regalos ofrecidos por el rival por su falta de pegada y sus malas elecciones en el lanzamiento, amén de una defensa despistada en muchas ocasiones.
El marcador se mantuvo con pequeñas diferencias durante todo el primer tiempo y los respectivos técnicos no pudieron variar la dinámica de juego de unos y otros. A la vuelta de los vestuarios el choque empezó a complicarse, quizás un poco alocado debido al juego deslavazado de ambos, pero también a ciertas decisiones arbitrales. Con la polémica instalada en Las Albericias, ambos equipos se mostraron todavía más erráticos que antes.
En defensa los cántabros siguieron apostando por una seis cero muy presionador mientras que el Teucro mantuvo la línea de cinco con adelantado. Por momentos el Go Fit llegó a quedarse con cuatro jugadores en pista más el portero. A pesar de la superioridad numérica, los de Quique Domínguez serían incapaces de sacar ventaja de esa situación.
Empate en la segunda parte
Llegado el ecuador de la segunda parte los visitantes lograron igualar el luminoso después de todo el partido a remolque en el marcador. El equipo cántabro tuvo la mejor reacción posible y mostrando la mejor cara de la noche consiguió una ventaja de cuatro por primera vez en todo el partido. Quedaban diez minutos para la conclusión y el técnico de los azules gastó un tiempo muerto con el ánimo de revertir la situación.
A partir de ahí los pontevedreses reaccionaron pero no lo suficiente, principalmente por culpa de errores antes cometidos. Aunque su rival se tensionó en exceso gracias a unas decisiones arbitrales un tanto discutibles, no supo jugar con inteligencia y no sacó provecho de su actitud.
En el tramo final del choque todo se apretó mucho más y se llegó a los últimos dos minutos con una diferencia de un solo gol, algo se mantendría hasta el último ataque, 29-28 y pelota para el Teucro. El equipo pontevedrés sacó al portero jugador y se la juego por entero, pero la defensa local robó la pelota a falta de cuatro segundos y todo se acabó sin siquiera ver un lanzamiento final en busca del ansiado empate. Primera derrota ante un viejo enemigo.