El fiscal solicita once años por delitos de intento de homicidio y lesiones
28 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Tiene sobre sus espaldas dos episodios violentos que acabaron en muerte y en noviembre del 2013 estuvo a punto de sumar una tercera, la de su compañera sentimental, a la que arrojó desde un segundo piso de la calle Víctor Said de Armesto. Genaro Solla Moares se volverá a sentar en un banquillo el próximo 10 de septiembre, en lo que será la primera vista oral que lleven a cabo la secciones de la jurisdicción penal en la Audiencia de Pontevedra tras el parón estival.
El fiscal le imputa sendos cargos de lesiones y homicidio en grado de tentativa, cargos por los que solicita un año y diez años de prisión, respectivamente. Además, se insta a que se le prohíba acercarse o comunicarse con la víctima por un período de veintitrés años, por lo que se requiere que se controle esta medida mediante medios electrónicos. En cuanto a las indemnizaciones, estas se cifran en 20.000 euros.
El fiscal mantiene que, meses antes del intento de homicidio, Solla Moares ya propinó una paliza a su compañera en las inmediaciones del piso que compartían. Los puñetazos, entre otras lesiones, le causaron a la víctima la fractura de los huesos propios de la nariz y del arco cigomático izquierdo, además de contusiones.
En la madrugada del 6 de noviembre, «le propinó diversos puñetazos y le agarró por el cuello». Acto seguido, y con ánimo de amedrentarla, le colocó un cuchillo al cuello y le dijo que «le iba a matar». Instantes después, «la arrojó por la ventana del salón (...), cayendo a la calzada desde unos siete u ocho metros de altura».
La mujer no falleció, pero sufrió lesiones de tal entidad que ingresó en la uci y de las que le restan importantes secuelas.