La Fanpa critica que se supriman aulas por no llegar al tope de niños

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La federación de padres prevé un curso escolar complicado y conflictivo

27 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un curso «complicado» y «conflitivo». Así definen desde la Federación Provincial de ANPA de Centros Públicos de Pontevedra (Fanpa) el curso 2015/2016 que arrancará el 10 de septiembre en infantil y primaria, y el día 15 en ESO, bachillerato y formación profesional (FP). El estado de conservación de los centros, la configuración de las aulas, el cambio en los bancos de libros o el estreno de la implantación de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) en ESO y bachillerato son las cuestiones que llevan a los padres a hacer ese diagnóstico previo.

Respecto a la situación de colegios e institutos, la Fanpa apunta que el estado de conservación «deixa moito que desexar» y es «manifestamente mellorable». Aunque hay que cumplir la normativa no siempre sucede en casos como la accesibilidad, dicen. Centros como el IES Frei Martín Sarmiento o el CEIP Álvarez Limeses vienen reclamando desde hace años la instalación de un ascensor. «Cando se trata de proxectos de obra maior que precisan arquitecto, e que xa non son de mantemento, non se fan porque son custosos», apunta el presidente de la Fanpa, Rogelio Carballo.

La federación de padres respalda la decisión de la ANPA del CEIP Froebel de no llevar a clase a sus hijos el primer día de curso en protesta por el aplazamiento sine die de la tercera fase de las obras de reforma del centro. «Se hai unhas obras pendentes o lóxico é que as fagan. Os pais teñen toda a razón», remacha el dirigente de la Fanpa.

Los padres también prevén problemas de configuración de aulas, en algunos casos por exceso de alumnos y en otros por pérdida de aulas. Aluden a «recortes inxustificados» y a una interpretación de la norma que claramente, subrayan, perjudica a la enseñanza pública en favor de la concertada. «A orde establece un número máximo de 25 alumnos por aula, pero non contempla un número mínimo, o que deixa aberta a posibilidade de manter aulas abertas con menos de 25», subraya Rogelio Carballo.

Es la petición de la ANPA del CEIP Praza de Barcelos, que este curso pierde una de sus dos aulas de infantil. La Fanpa entiende que a menor número de niños hay más calidad en la enseñanza y que eso debería aprovecharse en una época que va a estar marcada por un descenso de la natalidad. Como ejemplo, la federación cita el caso del CEIP A Carballeira de Lourizán, un centro que, si no se invierte la tendencia, está condenado a desaparecer en el futuro a pesar de que cuenta con todos los servicios y fue recientemente reformado. «É certo que ten un problema de accesibilidade e que ao estar a cabalo entre a zona urbana e a rural non ten dereito a transporte, pero iso se pode cambiar e a solución non é competir cun centro concertado como o Sagrado Corazón de Praceres», señalan.

A la Fanpa también le preocupa cómo se gestionaron este año los bancos de libros, obligatorios en todos los colegios, y el estreno de la Lomce en nuevas etapas. Sobre el primer tema hicieron una encuesta entre las ANPA y en el segundo están a la expectativa.