En la junta de gobierno de ayer solo se aprobó una licencia urbanística y la convocatoria del concurso de señalización de las vías urbanas
07 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Comienza a cundir por Michelena 30, sede administrativa y política del Concello, cierta sensación de parálisis, de ralentización en la toma de decisiones. Es cierto que apenas han transcurrido tres semanas desde la constitución del nuevo gobierno, pero salvo dos ediles nuevos el resto vienen desempeñando tareas de gobierno desde hace años. Por eso sorprende la escasa actividad, al menos de cara al exterior. Máxime cuando antes de las elecciones el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, presentaba un paquete de medidas urgentes para los cien primeros días de gobierno. Decía que no había tiempo que perder.
Un ejemplo de esa aparente ralentización fue la junta de gobierno de ayer, cuyo orden del día era más propio de un período vacacional: apenas una licencia urbanística y la convocatoria del concurso de señalización de las vías urbanas. Son 1,8 millones por seis años, pero no se adjudicará hasta octubre o noviembre.
Hay quien achaca la falta de visibilidad del gobierno local de cara al exterior a que en este arranque del mandato se está trabajando de puertas adentro. Y hay quien sostiene que hay muchas decisiones municipales (obras, turismo, residuos) que están a la espera de por dónde se decante el futuro de la Diputación. Pero lo cierto es que hasta ahora al gobierno local se le echa en falta alguna decisión de calado.