Tres retos para la ciudad

La Voz EUGENIO GIRÁLDEZ

PONTEVEDRA

Los históricos ascensos del Pontevedra, Teucro y Cisne requieren del apoyo económico de las instituciones, pero también de las empresas pontevedresas y la sociedad civil

05 jul 2015 . Actualizado a las 16:56 h.

Podían haber sido cuatro ascensos, pero finalmente fueron tres, toda vez que el Arxil desistió. El 2015 ha sido un año excepcional para los deportes de equipo en nuestra ciudad, y particularmente en las disciplinas que tienen la mayor capacidad de convocatoria de público. Los éxitos del Pontevedra, Teucro y Cisne acreditan esa condición de ejercicio histórico.

Pero después de las excelentes campañas de estos clubes y de los días de celebraciones y recepciones, toca ponerse a planificar la próxima temporada. Los ascensos implican nuevos retos deportivos, también nuevas exigencias económicas y sociales a las que responder.

Como ya escribí en enero, cuando se atisbaba este probable hito deportivo, ahora que es una realidad se confirma que los tres clubes requieren del apoyo económico de las instituciones, pero deberán conquistar también el favor de empresas patrocinadoras y, por supuesto, de la sociedad civil.

Aprovechar el momento

En el caso del futbol, los partidos del play off de ascenso del Pontevedra han logrado movilizar a miles de personas. Un caudal humano que se nutrió y reforzó con público que no es habitual de Pasaron durante la temporada regular, entendible pues el futbol en Tercera difícilmente cautiva y movía una media de mil y pico espectadores por partido.

Pero cuando se olfateó el posible éxito, la ciudad y la comarca acudió al nuevo estadio para alentar a los granates en el cuarto y ¡por fin! consumado intento de retornar a Segunda B. No obstante, una vez conseguido el objetivo, la directiva granate deberá gestionar el momento de satisfacción social para canalizar ese entusiasmo en socios y abonados para la próxima campaña.

De los tres equipos ascendidos, sin duda es el Pontevedra quien cuenta con mayor presupuesto (casi 700.000 euros). Mas también el que dispone de mayor masa social, mayor capacidad de generar recursos, más atractivo para sponsors y, sobre todo, mayor inyección económica de las instituciones públicas.

La historia del club granate en los últimos años transcurre entre claroscuros. Desde la habilísima y meritoria gestión de Gerardo Lorenzo para resolver y sanear la economía granate con aquella operación de quita y espera que hizo moda, pasando por la etapa de grandeur de cartón piedra de Nino Mirón con la conversión en SAD y la llegada a Segunda A. Aquella época de fichajes de jugadores, de directores generales, directores deportivos y demás lujos se torció y condujo a la posterior demolición y quiebra, que solo pudo ser atajada por el famoso pacto del Parador en las navidades de 2011. Fue entonces cuando Diputación y Concello, así como los tres principales partidos políticos del momento (PP, PSOE y BNG), se conjuraron para salvar el club mediante una especie de cortafuegos financiero que ha condicionado la evolución hasta hoy en día.

Los proyectos posteriores han estado muy mediatizados por aquel trance. Por fin en esta campaña, con un diseño de plantilla pensado para ascender en una o dos tentativas, y en la continuidad del grupo fuera cual fuese el desenlace, se ha logrado llegar a la meta.

Las decisiones de renovar a la mayoría del plantel y al propio Luisito recalcan esa filosofía de contención y continuidad. Esperemos que no se repitan locuras.

No obstante, como decía, el Pontevedra goza de una ventaja suplementaria sobre Teucro y Cisne: el mayor apoyo económico institucional. Y recién renovado en la parte que toca a la Diputación, que seguirá siendo el principal sponsor que lucirán en la camiseta los granates en la campaña 2015/2016, según el contrato que Rafael Louzán firmó con la presidenta del club días después de las municipales.

En cuanto al Concello, inyecta 75.000 euros entre patrocinio y subvención, que presumiblemente se renovarán aunque el gabinete de Fernández Lores tendrá que hacer hueco en las partidas presupuestarias para el deporte a Teucro y Cisne, que aguardan también el apoyo municipal.

Las circunstancias de Teucro y Cisne son diferentes. Solo coinciden con el Pontevedra en el diseño del proyecto deportivo, inspirados en presupuestos muy ajustados y apuesta por jugadores gallegos y de la cantera. Particularmente en el caso del club cisneísta, que lo tiene a gala como marca de la casa desde siempre.

Deuda viva

Sin embargo, la entidad teucrista arrastra una deuda severa (medio millón), que aguarda haber aliviado mediante un calendario de pagos que se estirará hasta el 2017. Mientras, debe confeccionar un presupuesto para esta vuelta a Asobal de más de 300.000 euros que atenderían tanto la primera plantilla como las categorías inferiores. Necesita perentoriamente sponsors, y sobre todo un patrocinador principal potente. Las miradas de la directiva están dirigidas a empresas del perfil de Ence o ABanca, pero a esas puertas llaman otros muchos clubes. Y mientras, dos comerciales buscan socios protectores a razón de 275 euros y ampliar la masa social con la captación de socios de número hasta llegar a 1.500.

El caso del Cisne es el más modesto y al tiempo el menos complejo. El club estima que con las ayudas públicas tras su ascenso cubrirá más de la mitad del presupuesto que precisa y que el 50 % restante hasta alcanzar 160.000 euros pueden llegar por la generación de recursos propios y un patrocinio privado que se está negociando. El diseño de plantilla y el control de los costes permiten augurar que los cisneístas no se desnortarán en su estreno en la División Honor B.