El F.C. Barcelona, bicampeón del AF7

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Los jugadores del F.C. Barcelona, ayer celebrando el segundo título culé en el AF7, que se suma al de la edición del 2013.
Los jugadores del F.C. Barcelona, ayer celebrando el segundo título culé en el AF7, que se suma al de la edición del 2013. mónica ferreirós< / span>

El conjunto culé venció a un nada edificante Sevilla 2-1 con gol en el último segundo. El Celta se ganó el título para la grada, con el mejor fútbol y apeado a penaltis por el Barça

18 may 2015 . Actualizado a las 12:27 h.

Suele suceder que en competiciones con duelos a todo o nada las finales se anticipen a ese partido con un gran trofeo tras el último minuto de juego, o de la tanda de penaltis. La vigésima edición del Torneo Internacional Alevín Arousa Fútbol 7 es sin duda un buen ejemplo de ello, con el Celta sufriendo por segundo año consecutivo un trágico e inmerecido final a manos del a la postre campeón. Un F.C. Barcelona que se convierte en el tercer equipo en sumar al menos un segundo título en el campeonato vilagarciano con su 2-1 sobre el Sevilla a última hora de la tarde de ayer en el césped de A Lomba. Con dos trofeos, ya solo lo superan el tetracampeón Real Madrid, al que tumbó en cuartos con un 2-0, y el Inter, con tres.

Hablamos de la final adelantada, por que el Celta volvió a ser, como en el 2014, el campeón a los ojos de la inmensa mayoría del público en las gradas del estadio arousano. El año pasado el cuadro vigués caía a manos del físico descomunal que acompaña a cada nueva versión del Inter de Milan en A Lomba, con un sobredimensionado 5-1 en el duelo por el título. En esta ocasión, el de nuevo equipo que mejor fútbol técnico y táctico ha desarrollado en el AF7 era apeado del sueño de coronarse por segunda vez como campeón con un gol in extremis del F.C. Barcelona en las semifinales. Un tanto que llevó el desenlace a la tanda de penaltis después de haber bailado el colectivo vigués al equipo culé, para ver cómo la moneda que le había sonreído por la mañana al Celta en cuartos frente al Inter le salía esta vez cruz.

Con el Real Madrid, Villarreal y Porto también apeados en los cuartos, el Celta se volvió a meter en el bolsillo al respetable en la final de consolación, con triunfo por 1-0 sobre otro gran equipo, el felizmente recuperado Ajax.

Que el Celta-Barça habría sido la mejor final quedó ratificado al ver el juego obstruccionista y agresivo practicado por el Sevilla para intentar anular al Barça. Una filosofía poco edificante cuando se trata de educar a preadolescentes. El gol del culé Aguilera en el, literalmente, último segundo de la final con un pase al hueco y volea evitó al aficionado al fútbol de talento y guante blanco dejar A Lomba con mal cuerpo.