Potencial adolescente

Roberto Antón EN PROCESO

PONTEVEDRA

01 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando buscamos información sobre la adolescencia solemos encontrarnos con patrones de conducta problemáticos, aspectos negativos e incluso guías para sobrevivir a esa edad tan «supuestamente» conflictiva. Curiosamente no existe un acuerdo acerca del rango de edad al que corresponde esta etapa evolutiva, ni tampoco queda suficientemente claro cuándo podemos hablar de conductas típicas de esta edad o no. Es decir, solemos subrayar la influencia del grupo de iguales en la adolescencia pero, sin embargo, no caemos en la cuenta de que para los no adolescentes también es fundamental nuestro grupo de referencia.

Lo peor de este estigma que rodea a la adolescencia es que se trata de una cortina de humo que nos dificulta atisbar la verdadera trascendencia de esta etapa evolutiva. Hay dos momentos impresionantes en el desarrollo del cerebro humano. Uno se produce entre los 0 y los 3 años, y de ahí surgen muchas de las capacidades que desarrollaremos posteriormente, por ello, en los últimos años se pone especial énfasis en programas de estimulación precoz y se extiende la idea generalizada de la importancia de estimular, acariciar y desarrollar los sentidos de los bebés.

Otro momento especialmente mágico en la evolución del individuo es la adolescencia, donde se produce, según múltiples estudios neurológicos, una efervescencia cerebral, con el desarrollo y la potenciación de múltiples funciones hasta entonces desconocidas.

Por desgracia no existe una idea clara de cómo conducir esta efervescencia, y lejos de encontrar soluciones, estamos anclados en discursos de queja y de problemas, con lo cual no acabamos de encontrar herramientas efectivas que nos permitan desarrollar las potencialidades que se generan en esta etapa de profundos cambios.

Las conductas violencias no son exclusivas de la adolescencia, puesto que se trata de un fenómeno ampliamente extendido socialmente, pudiendo encontrar ejemplos en el constante goteo de casos de violencia de género, en muchos programas de televisión, en campos de fútbol o incluso de parlamentos. Teniendo esto en cuenta, abordar la violencia en jóvenes desde jóvenes puede ser una poderosa herramienta que rompa el círculo, para que los adolescentes dejen de actuar como sus mayores.