El Teucro confía en su estilo de juego para doblegar al Bidasoa

Cada vez que un club de los históricos llega al Pabellón Municipal de Pontevedra, los aficionados reviven en carne propia los sentimientos que solían experimentar cuando el conjunto azul se codeaba con la élite, en Asobal. Esta tarde, a las 20 horas, el Bidasoa reeditará esas vivencias y el Teucro tiene una ocasión de oro para vengarse del varapalo que supuso la eliminación en semifinales en la lucha por regresar a la División de Honor nacional en 2013.

Pontevedreses e irundarras se conocen y se temen porque ambos conjuntos presumen de ser dos de los pesos pesados de la categoría de plata y cada vez que se cruzan los caminos el espectáculo sale favorecido.

Quique Domínguez cuenta con las bajas de Pombo y Chapela, que no llegan a tiempo a esta cita y con la más que posible reaparición de Marcos Dorado, que sigue evolucionando bien de sus molestias y que podría disfrutar de minutos.

El jefe del banquillo adelanta que «queda todavía un mundo por delante» y entiende que la mejor manera de llevarse los puntos en juego (y la diferencia parcial) es la de «intentar explotar sus puntos débiles, aunque no tiene muchos para la categoría en la que estamos». El Teucro, que acostumbra a ser el que marca el ritmo y el estilo de juego en sus lances, seguirá fiel a su manera de jugar para una nueva defensa del liderato.

 

 

A por el efecto caldera

 

La directiva, el banquillo y la plantilla teucrista saben que en partidos como el de esta tarde es donde se mide el respaldo real de la afición. Por ello, Domínguez insiste en que «no hay que dejarse engañar por la clasificación. Este partido tiene el suficiente atractivo como para que haya una gran entrada» y solicitan «que el público arrope hasta el final, porque así será más fácil lograr la victoria».

Cada socio podrá adquirir entradas al precio único de 5 euros para aficionados no abonados. En la entrada se instalará un puesto donde se desarrollará un concurso de selfies.

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