Si Pontevedra, Teucro, Arxil y Cisne promocionasen, se pondrá a prueba la capacidad de la sociedad civil pontevedresa para responder al reto de apoyar a todos los clubes
31 ene 2015 . Actualizado a las 19:53 h.Pontevedra, Teucro y Cisne acaban de doblar el ecuador de sus respectivas ligas como líderes. Por tanto, las prestaciones que ofrecen a mitad de temporada fundamentan, cada vez más, la ilusión de que asciendan a categoría superior. A este terceto se une un cuarto club con probadas posibilidades de ascender: el Arxil, que va tercero y por tanto en plaza de promoción a la máxima categoría del baloncesto femenino nacional.
Una esperanza, por cuadruplicado, que también encierra incógnitas y compromisos. ¿Será capaz la ciudad de estar a la altura de la demanda? ¿Podrá la sociedad civil arrimar el hombro para suplir la previsible ausencia de patrocinadores? ¿Sabrán los directivos de esos clubes convivir con esa carencia de
sponsors
y gestionar con economías de guerra los nuevos retos competitivos que se les avecinan?
Antes de analizar el asunto de modo más pormenorizado, una cuestión preliminar que resulta indicativa: ninguna de las citadas es la entidad deportiva de Pontevedra que milita, actualmente, en la categoría más alta de su disciplina. Es la Sociedad Gimnástica el club pontevedrés de más rango en el deporte español. Lleva nueve temporadas consecutivas en la División de Honor del atletismo español. Y precisamente esa entidad que llevan dirigiendo de modo magistral y abnegado gentes como Touza, Romero y otros, nos ha demostrado que hay modos de gestionar con pocos medios, para seguir ahí arriba. En su caso, en el
top
del atletismo nacional, a pesar de los pesares.
Y ahí continúan, espero que por mucho tiempo, como acreditaban este mismo fin de semana disputando contra los siete mejores clubes del Estado, la Copa del Rey en San Sebastián.
Las opciones granates
Vuelvo a la cuestión inicial. Se atisban probables soluciones diferentes. Primeramente el Pontevedra Club de Futbol, que sigue siendo una sociedad anónima deportiva. Aún así será el que disponga de más repertorio de opciones en el caso de que consume el ansiado ascenso a Segunda División B.
Si lo consigue, su próximo presupuesto deberá contemplar el incremento de la partida de viajes, pues los granates pasarán de desplazarse a Cerceda o Bouzas, a encarar trayectos hasta Logroño, Burgos o Murcia, por ejemplo. Otra cuestión diferente será la plantilla. Esperemos que los rectores no pierdan la cabeza, como pasó en etapas anteriores, con proyectos que dinamitaron las arcas.
Su masa social, accionistas, socios y abonados, deberán responder, en escala, al reto que les proponga la presidenta y el consejo de administración del club.
Es obvio que la entidad granate ha tenido y, por tanto, cabe pensar que así seguirá siendo, más apoyos institucionales y políticos que ningún otro club de la ciudad. En su consejo de administración estuvo sentado durante años el ahora flamante presidente de la Federación Gallega de Futbol.
Desde el famoso
Pacto del Parador
, el propio Louzán y por supuesto Lores, con la anuencia del PSOE, han alineado a Diputación y Concello en la misma sintonía para sobrellevar la crisis de la SAD, que presentaba unas cifras tremendas de déficit y estuvo a punto de desaparecer, como le ha pasado a otros históricos del futbol español.
El milagro del Teucro
La SD Teucro tiene ante sí una inmejorable oportunidad para volver a la cima del balonmano español. Es verdad que la Liga Asobal ya no es lo que era, porque la crisis dejó muy baqueteado este deporte y desaparecieron algunos de los equipos de referencia como Ciudad Real.
Precisamente el abaratamiento de los presupuestos juega a favor del Teucro, que podría concordar un ascenso con un plan financiero continuista como el que lleva ahora en División de Honor.
A diferencia del Pontevedra CF, el Teucro ya se encuentra viajando por toda España, de modo que la partida de desplazamientos no requeriría de una mayor dotación. Y en el aspecto deportivo, parece ser que la filosofía de la directiva es encarar el nuevo reto con el mismo equipo, apostando por la cantera.
El aniversario del Cisne
El caso del Cisne Balonmano es el más singular. Viene de celebrar su 50 aniversario. Lo que ha conmemorado con la misma contención de gasto con la que se plantea su papel competitivo. Este club se distingue por tener mucha cabeza.
Pese a la ilusión de ir líderes y de ganar la plaza para promocionar, en la entidad cisneísta hay plena conciencia de la enorme complejidad deportiva y financiera que les supondría un ascenso de Primera Nacional a División de Honor. Por lo que implicarían viajes, arbitrajes y demás intendencia necesaria, con el hándicap añadido de tener una plantilla de la casa,
semiamateur
, formada por estudiantes y trabajadores. Salvo un patrocinio, ahora mismo inimaginable, el Cisne debería renunciar a un ascenso que está fuera de su actual radio de acción.
Por último, el Club Baloncesto Arxil sí que parece muy mentalizado en salir de la Liga Femenina 2 y acometer los retos económicos y deportivos que entrañaría el ascenso a la élite del básket español si logra promocionar, para lo que está en disposición con los resultados que tiene concluida la primera vuelta. Para este club que ha sido crucial en la difusión del deporte de la canasta entre las mujeres pontevedresas, el ascenso supondría la culminación a 30 años de historia.