El protagonista de una persecución policial acaba reducido en su juicio

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

Felipe Sánchez se encaró con los fotógrafos de prensa y con la magistrada

30 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En su escrito de acusación, el fiscal ya daba cuenta de una agresividad que Felipe Sánchez Dacruz dejó patente ayer en el juicio en el que se le iba a juzgar por, entre otros hechos, la persecución policial que supuestamente protagonizó en la ciudad de Pontevedra en octubre del 2013 en la que resultaron dañados dieciocho vehículos. Así, nada más percatarse de la presencia de los fotógrafos de prensa en el interior de la sala de vistas, se levantó del banquillo entre exagerados aspavientos, insultos y expresiones fuera de tono, al tiempo que hacia ademán de abandonar esta dependencia.

De inmediato, los agentes de la Comisaría que lo custodiaban durante su comparecencia judicial lo redujeron, lo sacaron a un pasillo interior para tratar de calmarlo y, segundos después, lo volvían a introducir a la sala donde se tendría que haber desarrollado el juicio. De nuevo, se vivieron unos ciertos instantes de tensión cuando la magistrada lo invitó a ocupar su lugar en el banquillo de los acusados, a lo que Felipe Sánchez replicó, desafiante, que permanecería de pie.

Poco a poco, la situación se fue enfriando, lo que no evitó que el pontevedrés reaccionara airadamente cada vez que escuchaba el disparo de una fotografía.

Mientras, a su lado, el otro pontevedrés imputado, Jesús O. A., asistía impertérrito a todo el espectáculo que estaba montando su compañero de fatigas. Si en el caso de Felipe Sánchez se solicitan un total de catorce años y nueve meses de prisión por distintos delitos, en el de Jesús la pena a la que, inicialmente, se enfrenta es de diez años y nueve meses.

La acusación mantiene que, el 9 de octubre del 2013, ambos encausados sustrajeron en Marín un coche fúnebre aprovechando que los empleados de la funeraria asistían a un entierro. Al volante de este vehículo, supuestamente cometieron un robo en un estanco de Lalín y trataron de asaltar a un viandante en Cuntis para, acto seguido, robar en Vigo a punta de pistola -se desconoce si real o simulada- el todoterreno con el que, dos días más tarde, Felipe Sánchez presuntamente dejaría un reguero de coches dañados en la ciudad del Lérez.

Finalmente, la vista se tuvo que suspender ante la ausencia de la única mujer imputada en esta causa, por lo que el juicio se retomará el 25 de febrero. Se desconoce el paradero de esta ciudadana portuguesa para quien se piden dos años y medio por un delito de robo con intimidación. De hecho, en octubre del 2013, estaba de paso en Pontevedra.