Estévez presidirá San Xulián tras una agria y concurrida asamblea

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

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La lista alternativa reprochó la exclusión del censo de numerosos comuneros

19 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tensión, reproches y abucheos marcaron la asamblea de comuneros de San Xulián, en Marín, una de las más polémicas de los últimos años y en la que salió elegido como presidente Manuel Estévez Quintela, secretario de la junta saliente. Estévez logró 91 de los 153 sufragios emitidos, mientras que la lista alternativa, encabezada por Gonzalo Macenlle, consiguió 52 apoyos. En el recuento se contabilizaron también dos votos nulos y ocho en blanco.

Los comuneros concurrieron a la asamblea con los ánimos exaltados por la exclusión del censo de docenas de vecinos, al entender la junta rectora en funciones que habían perdido este derecho por incumplir los estatutos en asuntos como la falta de asistencia a anteriores reuniones. Gonzalo Macenlle, sin embargo, rechazó los argumentos de Estévez y exigió que se revisase el censo para dar cabida a los excluidos. Hay que señalar que en el anterior censo había 568 vecinos con derecho a voto y en el que se expuso ayer solo 271.

El cabeza de la lista alternativa añadió que se había incumplido el procedimiento estatutario, que requería que estas bajas del censo se notificasen a cada afectado y que además se votasen en asamblea. Reprochó a la lista ganadora, entre otras cuestiones, que hubiesen retirado la condición de comuneros a tres de los integrantes de la candidatura de Macenlle, pero que luego se ofreciesen a reintegrarlos al preguntárseles qué estaba pasando. Estévez, que tomó la palabra entre los abucheos de muchos de los presentes, afirmó: «El censo solo se puede abrir cada año, a principio de año». A su entender, no había lugar a la revisión solicitada y la asamblea siguió adelante, pese a los gritos de los opositores.

Cuando la mesa electoral se constituyó, hubo momentos de enfrentamientos cara a cara entre los dos candidatos, que se acusaron mutuamente, y también decepción y malestar en bastantes vecinos que, aunque acudieron con sus carnés de comunero, se encontraron que no podían votar al estar fuera del censo.

Aún así, cuando la mesa se abrió hubo una larga cola de vecinos que querían emitir su sufragio, tarea que llevó a la mesa electoral casi una hora antes de cerrarla. El líder de la candidatura alternativa salió de la sala tras exponer sus puntos de vista con muchos de los vecinos, mientras que Estévez también tuvo que escuchar a más de uno de los excluidos que le afeaba lo que estaba pasando, aunque él insistió en que la decisión estaba bien tomada.

Para evitar suspicacias, la urna se abrió en presencia de todos los vecinos y los votos se fueron contabilizando en voz alta. Cuando se proclamó triunfadora a la lista de Estévez, volvió a haber gritos y abucheos. La candidatura alternativa sopesará si impugnará los comicios por presuntas irregularidades.