Los concellos intensifican el control de las fachadas al llegar las lluvias

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Marín amplía su plan de inspecciones y Pontevedra endurece su normativa

19 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Enero abre el año con lluvias y mucho frío como previsible anticipo de un duro invierno y los concellos de la comarca y numerosas comunidades de vecinos han intensificado el control de las fachadas de los edificios para evitar desprendimientos. La tregua que la meteorología concedió a finales del año pasado facilitó que muchos edificios acabasen a tiempo la puesta a punto de sus inmuebles y poder también retirar los andamios antes de la llegada de los temporales.

En Pontevedra no hay demasiados casos de edificios en aparente mal estado, según el departamento de Urbanismo, pero todos los inmuebles de la ciudad pasarán por una inspección técnica en los próximos años para mayor seguridad. Es una decisión del ejecutivo local dentro de sus programas de adecentamiento y modernización urbana.

En Marín, el Concello continúa con su plan de inspecciones, que inició el pasado verano y que tiene como objetivo reducir al mínimo los problemas. Aquí al ejecutivo local le fue necesario implicarse a fondo porque es el municipio del entorno de Pontevedra donde el número de incidencias es mayor. Hay abiertas docenas de expedientes. En Vilagarcía y en Sanxenxo, las ordenanzas en vigor obligan a los propietarios a tener sus edificios en buen estado y a subsanar las deficiencias detectadas, mientras que en O Grove, donde no hay una normativa local específica, se aplica la ley autonómica.

Marín atravesó un invierno sin precedentes el año pasado si se tienen en cuenta los desprendimientos de losetas, uralitas y amenaza de caídas de balcones o tejados. Calles tan céntricas como A Lameira, en A Banda do Río, o Méndez Núñez, al lado de la Alameda, llegaron a acumular simultáneamente hasta dos o tres tramos de aceras valladas por caídas de elementos de fachadas. Los técnicos municipales realizaron una inspección de oficio durante el verano en todo el casco urbano, notificando docenas de situaciones de riesgo, que fueron comunicadas a sus dueños.

La villa afronta este invierno con un aspecto sustancialmente mejorado, porque muchas de esas emergencias ya están reparadas, pero el concejal de Urbanismo, el popular Manuel Santos, admite que aún queda bastante por hacer.

En la actualidad se están empezando a notificar multas coercitivas a los propietarios que no cumplen con las medidas mínimas de seguridad en sus construcciones. La crisis económica ha frenado la capacidad inversora de muchos vecinos y se ven imposibilitados para actuar. Es el caso de la grúa de obra junto al IES Illa de Tambo, que lleva abandonada varios años. Su retirada la hará de oficio el Ayuntamiento tras constatar la inviabilidad de que lo hiciese el promotor de la construcción. Estaba prevista esta operación para ayer, pero el mal tiempo aconsejó posponerla para el próximo domingo.

En Sanxenxo, los vecinos también advierten del malestar por la existencia de varias grúas de obra que llevan años en pie, pero desde el Ayuntamiento se indica que la única denunciada, en Portonovo, pasó con éxito la revisión técnica. Sobre las grúas de obra, en Pontevedra existe un único expediente en tramitación, tras la denuncia también de un particular.