Vilaboa y Marín, los puntos negros gallegos de caballos con «pexas»

Roi Palmás
roi palmás PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

LÓPEZ PENIDE

Los internautas han denunciado cuarenta casos solo en el último año

09 ene 2015 . Actualizado a las 18:52 h.

La cruzada contra la existencia de caballos con pexas en los montes gallegos ha saltado a Internet y ahora son los aficionados a la naturaleza los que colaboran con las autoridades para denunciar los múltiples casos que siguen apareciendo, a pesar del peligro que entrañan y del incumplimiento evidente de la legislación vigente en la materia.

La asociación animalista Libera, por medio de su espacio web (www.senpexas.info), facilita una plataforma para que senderistas, deportistas de especialidades de montaña y turistas en general puedan denunciar aquellos casos en los que se encuentran con animales que presenten este tipo de cepos en sus patas. La proliferación de smartphones ha facilitado imágenes de los ejemplares o manadas y la geolocalización exacta por GPS del lugar. Esta información se le facilita a la Policía Autonómica y al Seprona para que actúen en los distintos montes gallegos.

De toda la región, las zonas de monte cercanos a la costa son en las que mayor número de denuncias se han constatado, siendo Vilaboa y Marín los dos grandes puntos negros donde se concentran la mayoría de los casos.

El pasado año 2014 se cerraba con un cómputo de 40 casos, lo que supone un preocupante incremento en la media anual de este tipo de prácticas. El colectivo, con sede en A Coruña, ha contabilizado 130 denuncias de caballos con este tipo de instrumentos que imposibilitan el movimiento de los equinos desde que iniciaron la recogida de alertas en el 2011. Aseguran desde la organización que una misma denuncia puede hacer referencia a más de un animal, ya que es habitual que en una misma manada haya un macho alfa y una yegua embarazada con estas pexas.

La cercanía a carreteras secundarias y la dificultad para caminar de los animales ha provocado ya numerosos accidentes y sustos para los conductores de vehículos en estas zonas.

Cada microchip cuesta 60 euros

Como ocurre con el ganado bovino y porcino, el equino está obligado por las leyes españolas (reforma del Código Penal en 2010) y europeas (reglamento 504/2008) a tener en vigor el pasaporte comunitario y a identificar con un microchip a cada ejemplar.

Se estima que el coste real para los propietarios de esta tecnología no supera los 60 euros, ya que existen líneas de ayuda económica pública para implantar su uso generalizado. A pesar de ello, y de que se incumple el marco legal, se calcula que alrededor del 80 % de los animales no está identificado en Galicia, del total de más de 20.000 cabezas que viven actualmente en la comunidad.

En 2014 ha sido la primera vez en la que se tiene constancia de que un caballo con pexa ha salido de Galicia y traspasado la frontera portuguesa, país donde se persigue igualmente este tipo de prácticas. Además, en zonas limítrofes de Asturias también se han detectado casos, probablemente gallegos, que han aparecido inmovilizados por estas piezas.