«Non lle atopábamos sentido ningún á nosa situación»

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

FIRMAS

Carlos Pastoriza, a la derecha de la foto, es uno de los vecinos de Casás, en Ardán.
Carlos Pastoriza, a la derecha de la foto, es uno de los vecinos de Casás, en Ardán. ramón leiro< / span>

En la parroquia marinense de Ardán, los vecinos saludan un acuerdo que pone fin a años de incertidumbre

21 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

En la parroquia marinense de Ardán, los dinteles de muchas viviendas marcan la fecha de su construcción, que se remonta a mediados del siglo pasado o incluso atrás. Pero la línea de protección de Costas, aplicada hasta este mes sobre una franja de cien metros en cuatro núcleos históricos marinenses, era como una apisonadora sobre las reivindicaciones de los vecinos.

Ahora, con la aceptación de Costas del pleno reconocimiento de los núcleos -plasmado en el PXOM- y su reciente sí a la rebaja de la línea en todo su ámbito, están más tranquilos. Saben que no se permitirá la construcción de nuevas edificaciones, pero ellos mismos insisten en que nunca pensaron en hacerlo. «Non lle atopábamos sentido ningún á nosa situación, nós non queremos facer casas de catro pisos ao lado do mar, senón regularizar o que xa había», señaló uno de los afectados que prefirió guardar el anonimato. La mayoría está aún algo recelosa y se mantiene a la espera de la resolución de sus futuras peticiones de legalización para hablar. Tendrán que cumplir con la normativa que figura en el PXOM para los núcleos del municipio y entonces el Concello les dará las licencias de obra que les permitirán dormir tranquilos.

En Casás, uno de los núcleos marinenses, con más de veinte viviendas, hay al menos cuatro casas a quienes Costas abrió expedientes por infracción. Según indican los vecinos, se trata de cambios de cubiertas, adaptaciones de las viviendas a la vida moderna. En la vecina Loira, por ejemplo, hay quien se expuso a multas por convertir en baño un habitáculo sin uso o por transformar en habitación lo que era una corte para animales. Son cosas que los afectados no entendían.

Carlos Pastoriza, portavoz de la plataforma de afectados de Ardán, atribuye el éxito de sus reivindicaciones a la «unión de todos os veciños e os políticos de varias corporacións e das Administracións». Afirma que una vez que Costas, Xunta y Concello entendieron que el problema era una cuestión real y no un intento de lucrarse con especulación, todos se pusieron a trabajar para conseguir solucionarlo. «Todos remamos no mesmo sentido», comenta.

Ahora, desde su vivienda, con una vista que domina el núcleo de Casás, Pastoriza cree que empieza una nueva etapa de tranquilidad para todos.

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