La Navidad invita a patinar sobre hielo

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Nadalocio, en el recinto ferial, dispone de una pista de 600 metros cuadrados

20 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Patinar sobre hielo es una actividad típica de la Navidad y son muchas las ciudades que habilitan pistas artificiales en estas fechas para practicar este divertido deporte en familia. En Pontevedra, el Concello ofrece esta posibilidad desde hace más de una década en Nadalocio. Ayer abrió sus puertas en el recinto ferial y en esta primera jornada ya fue utilizada por decenas de personas. Esta pista de hielo mide 600 metros cuadrados, con capacidad para unos noventa patinadores al mismo tiempo, que cada vez son más expertos. De ello dan fe los responsables de Diverneno, la empresa que gestiona este parque de ocio, cuyos monitores han visto cómo han disminuido las caídas desde los primeros años. En todo caso, no hace falta dominar la técnica del patinaje artístico para pasar un rato divertido.

Algunos de los usuarios llevan sus propios patines, aunque en el precio va incluido su alquiler. Son cinco euros, más 1 euro de la entrada al recinto. La pista funciona por turnos de 45 minutos, desde las cuatro y media de la tarde hasta las once de la noche, y las horas punta de mayor público suelen ser las tres o cuatro primeras. Por la experiencia de otros años, los pontevedreses no suelen ser muy noctámbulos a la hora de patinar sobre hielo. Nadalocio ofrece además hinchables, aparatos mecánicos, tirolinas, puente tibetano, júmper y circuitos de karts y de bicis y otras atracciones, que funcionan de 16.30 a 21 horas y se pueden utilizar por 3 euros.

Menú de Estrella

El 2014 ha sido un gran año para el chef Pepe Solla. Comenzó un nuevo proyecto gastronómico en Madrid, junto a otros dos grandes profesionales como Paco Roncero y Marcos Morán; revalidó su Estrella Michelín, de la que se siente enormemente orgulloso, y alcanzó los tres soles Repsol. Ayer quiso celebrar el año que termina con un brindis y un pequeño showcooking con ideas para Navidad en la cocina de Casa Solla. Viéndole cocinar, sus propuestas son tan aparentemente sencillas como exclusivas e inimitables. Entre los mariscos, eligió unos berberechos al vapor espolvoreados con ralladura de lima, que preparó y sirvió en una caja de madera china. Y además, unas ostras que cubrió con cebolla morada, un grano de maíz peruano tostado y cebiche. Siguió con un tartar de vaca, que aderezó con aceite de sésamo, picadillo de alcaparras, pepinillo y cebolletas, vinagre, salsa de soja, yema de huevo y mostaza violeta. Pero no quedó ahí la cosa. Continuó con un capuchino de lacón con grelos y un bacalao confitado con puré de coliflor.

Protector solar

Solla nunca deja de sorprender y «como este año ha sido muy soleado», gastronómicamente hablando, ha creado una crema solar de protección total para el único restaurante gallego con 3 Soles Repsol. El Protector Solar Pepe Solla, «creado a partir de activos rigurosamente seleccionados por el chef, eleva la sensación de placer y bienestar durante la exposición a esta experiencia culinaria». Lo que esconde el frasco es, en realidad, una crema de chocolate blanco.