Sanxenxo pregunta a Irlanda por el buey de Bascuas

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

PONTEVEDRA

La retirada del buey fue complicada porque varó en una zona de rocas en la playa de Bascuas.
La retirada del buey fue complicada porque varó en una zona de rocas en la playa de Bascuas. concello< / span>

El Concello se dirige a la Embajada del país celta ante la inhibición de la Xunta en su búsqueda del dueño del animal

18 dic 2014 . Actualizado a las 09:21 h.

Hace un mes que las olas dejaron, como regalo anticipado de Reyes, un buey de 400 kilos en la playa de Bascuas, en Sanxenxo. En aquel momento, el Concello retiró el cuerpo y lo trasladó a una planta de tratamiento. No fue tarea fácil. Las brigadas municipales tardaron un día entero, al depender de las mareas, para acercar al animal hasta donde una pala pudo recogerlo y depositarlo en un camión. El concejal de Medio Ambiente, el independiente José Luis Rodríguez, anunció entonces que se harían las gestiones para conseguir localizar al dueño del animal y pasarle la factura del coste asumido por las arcas municipales.

Sanxenxo se agarró al código identificativo que todavía estaba en los crotales del animal. Fue la pista que les dirigió a Irlanda, porque el código pertenecía a la isla celta. En el Concello se especuló con que el bóvido pudo caer al mar y ser arrastrado por las olas hasta Bascuas.

Sin embargo, el trato de tú a tú entre el Gobierno irlandés y el Concello de Sanxenxo no parecía algo ni sencillo, ni quizás apropiado y, por lo tanto, el ejecutivo local optó por dirigirse a la Xunta. Quería que una consellería -Medio Ambiente o Medio Rural-, como Administración superior, pidiese al país celta que revisase sus registros, comparando los números identificativos que había en los crotales del bóvido.

El edil José Luis Rodríguez confiaba que, de esta manera, sería posible descubrir quién era el dueño de la res, comprobar que efectivamente esta fue arrastrada por el mar desde la isla, y pasarle la minuta.

La cuestión embarrancó en la Xunta, porque el departamento autonómico se inhibió en la petición investigadora de Sanxenxo. Todo parecía indicar que el episodio del buey se quedaría así y nadie pagaría por el coste del operativo más que los bolsillos de los sanxenxinos.

No obstante, el concejal de Medio Ambiente no cejó en su empeño y ante el desinterés de la Xunta, el Concello se dirigió, directamente, a la Embajada de Irlanda en Madrid. Rodríguez confirmó ayer los contactos y que se está a la espera de saber, por fin, a quién cobrarle la factura.

Estudio universitario

El misterio del buey de Bascuas puede servir para resolver otro, de carácter científico, sobre las corrientes en el Atlántico. La Universidad de Vigo ha pedido a Sanxenxo que, si resuelve la incógnita de la procedencia del animal, le den los datos para un estudio sobre las corrientes oceánicas.