La hija de la última víctima de la PO-308 convoca este sábado una manifestación en Raxó para exigir más seguridad viaria
16 dic 2014 . Actualizado a las 10:13 h.El pasado 24 de noviembre, un coche segó la vida de Ana María Gómez, de 45 años, en Raxó. El infortunio hizo que esta vecina de Poio encontrase la muerte mientras se hallaba en el arcén de la PO-308, la carretera por cuya seguridad se movilizó en numerosas ocasiones.
En la actualidad, esta llama reivindicativa la mantiene viva su hija Azucena Rodas, quien ha convocado este sábado una manifestación para exigir que muertes como la sufrida por su madre no se vuelvan a repetir en la carretera de la costa. Tiene claro que su única intención con esta movilización es que las Administraciones «hagan algo en esa zona para la seguridad de todos».
De este modo, sobre las doce y media del mediodía, la protesta partirá de la gasolinera de Raxó y desembocará en las proximidades de la curva de Fontoira, en cuyo entorno residía Ana María Gómez con sus hijos. Lo cierto es que tanto ella como su familia han pagado un dramático peaje por residir al paso de la PO-308 en «un tramo donde hay muchísimos accidentes», incide Azucena, quien, a día de hoy, se muestra muy crítica con la actitud que, en su opinión, ha mantenido el Concello a la hora de tomar cartas en la seguridad de esta vía de comunicación.
Esta joven no deja pasar la ocasión para resaltar que la actitud del gobierno local contrasta con la mantenida por la Xunta de Galicia, cuyo responsable provincial de carreteras se desplazó hasta Raxó para mantener un encuentro con ella: «Me dijo que iban a tomar medidas».
En todo caso, deja claro que la movilización del sábado busca un bien general para todos los usuarios de la PO-308: «A mi madre nadie me la va a devolver. Por eso pido más seguridad para todos».