Las Ruinas serán rehabilitadas casi un año y medio después de su cierre

cristina prieto PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Patrimonio da el visto bueno a la obra, que será adjudicada la próxima semana

13 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Las Ruinas de Santo Domingo volverán a abrirse al público en un plazo aproximado de entre cuatro y cinco meses, el tiempo que se tarde en acometer las obras de rehabilitación, que serán adjudicadas la próxima semana, según confirmó ayer el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, tras la reunión de la junta de gobierno provincial.

El proyecto, para el que se destinarán 182.000 euros, salió a concurso en octubre y su puesta en marcha dependía del visto bueno de Patrimonio de la Xunta de Galicia, que acaba de emitir un informe favorable. Las labores consistirán en sellar las grietas y zonas con pérdida de material, sanear y reponer las juntas, limpiar los muros, tratar las humedades, fijar las pilastras, proteger las ventanas e instalar limitadores de presencia de aves instalando unos alambres que dificultarán su posado, con el fin de preservar lo máximo posible la integridad del edificio.

El monumento, que data del siglo XV, es el más visitado de Pontevedra, con 40.000 entradas al año, y lleva cerrado desde el 9 de agosto de 2013, cuando se desprendió un capitel de su fachada. Desde entonces han sido varios los estudios encargados para analizar su situación estructural. Uno de los exámenes consistió en cotejar los planos láser de las Ruinas realizados hace seis años con unas nuevas mediciones, acometidas tras el desprendimiento, para comprobar si se había producido algún tipo de movimiento a lo largo de este intervalo de tiempo. Este estudio, que incluyó la realización de un plano en 3D de los cinco ábsides, fue el que permitió comprobar que las Ruinas son estables, ya que su emplazamiento es prácticamente idéntico al registrado en 2008, cuando se efectuó la primera medición.

La compañía adjudicataria de la obra deberá realizar una exhaustiva labor de limpieza del manto de musgo y líquenes que actualmente afea los restos históricos y que contribuye a la degradación del granito, así como de la contaminación atmosférica que soporta. No serán necesarias actuaciones de gran envergadura, toda vez que los estudios realizados por los técnicos de la Diputación demostraron que los restos históricos, de carácter excepcional en el gótico gallego, no padecen daños estructurales.