Sanitarios de Pontevedra se solidarizan con los afectados por la privatización de Vigo

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Un grupo de trabajadores sanitarios, ayer por la mañana, a las puertas del hospital Montecelo.
Un grupo de trabajadores sanitarios, ayer por la mañana, a las puertas del hospital Montecelo. ramón leiro< / span>

Trabajadores del Sergas se concentraron ayer a las puertas de Montecelo y el Provincial en defensa del empleo público

12 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

«Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar». Este refrán popular se podría aplicar a los trabajadores del Sergas en Pontevedra, que ayer volvieron a concentrarse a las puertas de los hospitales Montecelo y Provincial, esta vez en solidaridad con sus compañeros de Vigo. La protesta, convocada por cinco sindicatos, fue en defensa del empleo en la sanidad pública y para parar la privatización.

Los participantes en la movilización que tuvo lugar en Montecelo exhibieron unas letras negras sobre fondo rojo con las que formaron la frase «Sanidade pública sempre». La protesta de ayer coincidió con la huelga parcial en los hospitales públicos de Vigo -Xeral y Meixoeiro-, con la que se quiere rechazar que determinados servicios como la cocina o la lavandería serán privatizados y asumidos por la concesionaria del nuevo hospital. La medida afecta a 270 trabajadores.

«Se teñen éxito en Vigo, logo privatizarán en Pontevedra», dijo Xermán Rouco, de CIG-Saúde, en alusión al futuro hospital de Monte Carrasco. Las centrales afirmaron que no se trata de concentraciones masivas porque a esa hora, las 11.30, las consultas están a tope. «É algo simbólico, o sentir xeral da xente é de descontento, preocupación e desconcerto pola decisión do Sergas. Isto hai cinco anos sería impensable», remachó Rouco. Los sindicatos aludieron al mal ambiente que se vive en los distintos servicios debido a que no se cubren todas las bajas y vacaciones y a la presión a la que está sometido el personal. En el caso de Vigo, el Sergas ha ofrecido a los trabajadores fijos pasarse a la empresa adjudicataria, que gestionará la parte no clínica durante veinte años, o quedarse en puestos de categoría similar.