Caldas inicia la construcción de las pozas tras dos años de trámites y polémicas

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

La primera fase de la obra la ejecuta el Concello con operarios municipales

10 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El proyecto estrella del equipo de gobierno del Concello de Caldas, las pozas al aire libre de A Tafona, está en marcha. Operarios municipales acaban de iniciar la ejecución de la primera fase de los trabajos, que comprenden una inversión de 193.000 euros. La actuación se acomete tras más de dos años de trámites administrativos y polémicas políticas.

Desde que el 9 de noviembre del 2012 el alcalde, Juan Manuel Rey (PSOE), presentaba el primer boceto de las piscinas, el proyecto ha sufrido un sinfín de avatares. Uno de los más importantes, la rescisión, en septiembre del 2013, del contrato con la empresa adjudicataria.

Por activa y por pasiva, el gobierno local ha subrayado que se trata de un proyecto de desarrollo local vinculado al turismo y al ocio al que no va a renunciar debido a sus «potencialidades» futuras. Algo que han cuestionado los grupos de la oposición y otros como Anova Umia, sin representación en la corporación. Además de criticar que se destinen fondos públicos a una actuación como esa, habiendo otras prioridades en servicios básicos, censuran que se apueste por una zona inundable como A Tafona y que se insista en el concepto «pozas termales», cuando se empleará agua tratada.

Pese a esas discrepancias, el regidor ha decidido seguir adelante, evitando que el tema vuelva a debatirse en el pleno del Ayuntamiento. Las obras de las pozas arrancaron oficialmente el pasado viernes. Los trabajos se centran en la canalización que permitirá llevar el agua a las piscinas. Una tubería que parte del entorno del lavadero de la calle Carlos García Bayón y llegará hasta la finca municipal.

Diferentes diámetros

El proyecto, que se modificó en varias ocasiones, contempla la construcción de cinco pozas de distintos diámetros -la más pequeña de dos metros, y la más grande, de ocho-, pero en esta primera fase se acometerán tres, además de una sala de instalaciones. Dos salas de vestuarios y una de recepción completarán el recinto lúdico.

Rey señaló ayer que el plazo de ejecución de los trabajos será de unos tres meses, aunque dependerá en gran medida de la meteorología. El alcalde defendió que sean operarios de la brigada municipal de obras los que se encarguen de los trabajos. «El personal está perfectamente capacitado, lo que no quita que más adelante contratemos a empresas especializadas para ciertos trabajos», señaló. El regido admitió que optó por la solución «más rápida». «El debate se estaba prolongando en exceso y no tiene sentido volver a llevar esto a pleno cuando el 75 % de los vecinos de Caldas están a favor», afirmó.

El Concello sostiene que estas piscinas al aire libre, cuya fórmula de explotación está todavía por decidir, harán de Caldas una localidad más singular. Las pozas se ubicarán en el espacio comprendido entre la pista de pádel y la pista polideportiva. Rey reiteró que se puede emplear la categoría de agua termal -no mineromedicinal-, porque es «agua caliente tratada que no pierde esa categoría».

Además de los grupos políticos, también cuestionaron el proyecto la propiedad de los dos balnearios históricos de la villa, el Dávila y el Acuña.