Vecinos de Mourente sopesan costear las obras del saneamiento

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Vecinos de varias zonas de Mourente y Bora han colocado pancartas en las viviendas para llamar la atención sobre su solicitud.
Vecinos de varias zonas de Mourente y Bora han colocado pancartas en las viviendas para llamar la atención sobre su solicitud. ramón leiro< / span>

Los afectados subrayan su intención de «no rendirnos ante las evidencias»

06 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Realistas, pero dispuestos a seguir peleando para conseguir un servicio básico como es el saneamiento. Los vecinos de los tres lugares de la parroquia de Mourente sin alcantarillado están sopesando la posibilidad de costear ellos mismos la obra. Así lo afirman en un folleto informativo que el colectivo vecinal está distribuyendo por los núcleos de O Pazo, Eirós y Carabelos. A estas zonas se suman otras, en idéntica situación, de la parroquia vecina de Bora (O Teso, Leirados y A Corbal). Desde que el pasado marzo iniciaron sus gestiones ante el Concello de Pontevedra, la Consellería de Medio Ambiente y el Ministerio de Fomento tenían claro que el recorrido iba a ser largo. No obstante, de las múltiples reuniones mantenidas extraen la siguiente conclusión: «Las esperanzas vecinales se van diluyendo al ver que nuestros administradores no dan la talla en cuanto a la consecución del servicio que durante años se lleva solicitando». Y hablan de años porque otra asociación anterior, denominada Mourente unida, ya había comenzado esta batalla por el saneamiento hace siete años, en el 2007.

Ante esta situación, los afectados dicen que se ven obligados a llegar al extremo de plantearse llevar a cabo los trabajos ellos mismos a pesar de su elevado coste -estimado en un millón de euros-. En este sentido, estudian conseguir las autorizaciones pertinentes de las Administraciones para acometer las obras y financiarlas «mediante aportaciones económicas de los vecinos, suscripciones populares, cooperantes y amigos». Si esa solución fuera factible, señalan, «demostraríamos a los administradores públicos que casi todo en la vida se puede conseguir, pero que para ello es imprescindible tener tesón y nobleza».

Los afectados -500 vecinos y 136 viviendas- dejan clara su firme intención «de no rendirnos ante las evidencias»: «Seguiremos con nuestro empeño de conseguir lo que todos creemos que es un derecho que nos pertenece y que, en este caso, tiene un sentido prioritario al afectar a la salud pública».