El presidente de la comisión de fiestas de San Cristóbal de A Lama asume su responsabilidad en la explosión del camión desde el que lanzaban cohetes
28 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.«Foi un accidente», sostiene José Benjamín Muiños Cal cuando se le pregunta por la explosión de un camión el pasado julio durante la tradicional procesión de San Cristóbal de A Lama. El presidente de esta comisión de fiestas asume, en todo momento, la responsabilidad que puede tener en un incidente que dejó siete personas heridas, entre ellas él mismo.
Rememora que, aquel 12 de julio, tras la misa y como viene siendo habitual en los últimos años, salieron en procesión por la carretera que comunica A Lama con el vecino municipio de Ponte Caldelas. Sobre la una y media de la tarde, y cuando apenas faltaba medio kilómetro para llegar a este población pontevedresa, se produjo el accidente cuando acompañaba a los músicos de la charanga Alborada en la caja descubierta de un camión.
Recuerda que, en un momento dado, «cando botei o fogo, non me subiu e solteino». Asegura que, entonces, «collín os outros e saltei con eles para fora, pero prendéronme igual», por lo que no pudo evitar que «explosionaran todos», sostiene.
Sobre sus recuerdos de lo que ocurrió luego, José Muiños responde con un lacónico: «Do resto, máis nada». En todo caso, y mientras esperar a que le comunican cuándo tendrá que prestar declaración en el juzgado que instruye la causa judicial abierta por este suceso, reconoce que «a sorte foi que so houbera feridos, que non morrera ninguén».
Por lo pronto, la Guardia Civil le ha imputado por la supuesta comisión de tres delitos de lesiones y un cuarto cargo de daños. Los investigadores entienden que pudo haber actuado de un manera negligente. En todo caso, cuatro meses y medio después, Muiños está pagando un duro peaje por esta explosión, de cuyas secuelas aún no se ha recuperado y que, de hecho, le obligan a realizar rehabilitación.