«El Sergas juega con la necesidad»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMOBN LEIRO

Celadores eventuales del Chop critican la política de contrataciones actual y dicen sentirse indignados porque trabajan mucho menos y en precario

28 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Un grupo de celadores del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (Chop) afirmaron ayer que ellos también sufren los contratos de un día que el Sergas realiza «de forma habitual» a los enfermeros. En un encuentro con La Voz estos profesionales vincularon directamente la situación laboral que padecen con la política de recortes y la crisis económica. Rosario García e Isabel Abal están en la lista general, destinada a cubrir interinidades, bajas y vacaciones de mayor duración. Susi Goldar, Mercedes Pérez y Miguel López son integrantes de la llamada lista pool, la que en teoría fue creada para cubrir días sueltos.

Pero estos celadores sostienen que hoy en día ya no hay diferencia entre esas dos listas de contratación, ya que personas que están en la lista general son llamadas para hacer sustituciones de un día, a las que no se pueden negar. «Esto es un problema de todos. ¿Por qué nos llaman para un día? Pues porque la gente que trabaja tiene días libres y así no se abonan las libranzas», subraya Miguel, que lleva 14 años como celador. «Es una medida de recorte total», añade.

En el área norte de Pontevedra hay unos 630 celadores en la lista de contratación. En lo que va de este 2014, Rosario García ha trabajado solo «61 días y una noche». A Isabel Abal no la llaman desde septiembre. «Lo que te dicen es que es lo que hay, y que si no te gusta te quedes en casa», comenta Isabel, que alude a que esta situación está provocando incluso rivalidades y tensiones entre compañeros. «Es lo que quiere el Sergas, divide y vencerás», tercia Mercedes Pérez, que lleva 23 años como celadora.

Todos coinciden en la precariedad actual de las contrataciones y en que nunca que se había llegado a este extremo. La afirmación de la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, de que un contrato de un día tiene que ser «absolutamente excepcional», ha indignado a los celadores tanto o más que a enfermeros y médicos. El año pasado, los celadores del Chop denunciaron su situación con una campaña de concentraciones en la ciudad. Dicen que aquello no sirvió de mucho porque el incremento de las contrataciones fue un espejismo.

Algunos cuestionan el papel de los sindicatos y creen que el único camino es denunciar las contrataciones «irregulares». «El problema es que tragamos con todo y juegan con la necesidad de la gente. Las ausencias nominales se tienen que cubrir con un contrato nominal, y no como acúmulo, como se está haciendo», critican, al tiempo que aseguran que la Administración pública consiente prácticas que no se toleran en la empresa privada.

¿Y cómo afectan estas contrataciones al trabajo? Ellos lo tienen claro. Viven pegados al teléfono, porque si no se exponen a ser sancionados -apunta Miguel López-, y no tienen tiempo material para adaptarse si son destinados a otro servicio. «Hay menos trabajo porque se contrata menos. Se dice que es porque no hay dinero, pero a veces lo hay según para qué cosas», señalan estos profesionales que se encargan de recibir a los pacientes y movilizarlos por el hospital.