Una franquicia visible en Dubái, Catar y Abu Dabi

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Carlos Conde exporta sus peluquerías estilo principios del siglo XX por el territorio nacional y el extranjero

27 nov 2014 . Actualizado a las 08:38 h.

Cuando en 1997, el pontevedrés Carlos Conde comenzó a cortar el pelo en la ciudad del Lérez, a buen seguro, poco podía imaginar que su filosofía de negocio interesaría en lugares tan remotos como Dubái, Catar o Abu Dabi. Eso sí, ya por entonces asegura que tenía muy claro que su intención era la de expandirse: «Durante estos años hemos ido probando diferentes negocios, tanto de peluquería como de estética, para crear un concepto».

La temática que ha buscado evoca las barberías de principios del siglo XX, «del año 1900», para lo cual se ha optado por utilizar diseños exclusivos y a la carta tanto en el mobiliario como en los objetos puramente decorativos.

Reconoce que el planteamiento que exportan es fruto de la experiencia. «Es todo un éxito. Elegimos todos aquellos servicios que tenían una mayor demanda en nuestros salones. Ahora sabemos qué es lo que cuaja», señala.

El salto definitivo lo dio en el 2003, momento en el que Conde apostó por franquiciar su negocio. Aunque todo lleva su nombre, cuando se le pregunta siempre emplea el plural. Él mismo reconoce que su principal apoyo es su mujer, que «es una persona a la que escucho mucho», pero tampoco se olvida del resto del equipo humano de las distintas peluquerías de su divisa.

Destaca que prácticamente ha cerrado cinco franquicias en Dubái, Catar y Abu Dabi -«tenemos todo listo para próximas aperturas»-, mientras que se está presentando el negocio a potenciales inversores de Lituania, Rusia y Milán. En territorio nacional, acaban de inaugurar un salón en Vigo, en Cáceres están con las obras de otro, mientras que en Santiago están buscando un local idóneo. Y «antes de que termine el año se podrían producir aperturas en Madrid y Barcelona», localidades donde pretende abrir en el 2015 sendas peluquerías propias que, a la par, funcionen como «escaparates de la franquicia».

En cuanto al concepto de negocio, asegura que se trata de algo «muy vendible y rentable, que no padece de crisis prácticamente. El año pasado crecimos un 10 %». Considera que esto fue así por los servicios que eligieron ofrecer, «unos servicios casi obligados, que todo el mundo se los tiene que hacer. Te tienes que cortar el pelo, te tienes que hacer ciertos tratamientos... Es algo que vas a hacer siempre, ya sea cada mes o cada dos meses».

Además, presume de haber creado su propia técnica de trabajo lo que permite «reducir precios y que los tiempos de espera sean inexistentes». Y todo sin afectar a la calidad, concluye.