Imputan por homicidio a un hombre que agredió a su compañero del asilo

Cristina Barral Diéguez
c. barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La familia de la víctima estudia emprender acciones legales también contra la residencia

14 nov 2014 . Actualizado a las 11:13 h.

Jesús Cajaraville Chico, de 75 años y enfermo de demencia, fallecía el pasado 4 de marzo en el Hospital Montecelo de Pontevedra. La muerte se produjo cuatro días después de la agresión que sufrió por parte del que entonces era su compañero de habitación en el asilo de ancianos de la localidad pontevedresa de Caldas de Reis.

Ocho meses después, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 del municipio acaba de dictar un auto por el que se imputa formalmente a Donato Dacosta Vareiro, de 65 años y nacionalidad portuguesa, como autor de un delito de homicidio imprudente. Esta resolución de la jueza pone fin a la instrucción, que se había iniciado a raíz de la denuncia formulada por la familia de la víctima, en concreto, de su hijo José Juan Cajaraville.

En el auto se acuerda transformar estas diligencias en un procedimiento abreviado por los hechos que se imputan a Donato Dacosta. También se emplaza al ministerio fiscal y a la acusación particular a que formulen escrito de acusación para la apertura de juicio oral, o bien el sobreseimiento de la causa.

De madrugada

Los hechos que desencadenaron la muerte de Jesús Cajaraville se produjeron alrededor de las 4.45 horas del 28 de febrero del 2014. En la resolución a la que La Voz tuvo acceso ayer se afirma que, por motivos desconocidos y obviando «as máis elementais normas de coidado», Donato Dacosta le dio a Jesús varios puñetazos con el puño cerrado en la zona de la oreja derecha. La jueza apunta que lo hizo «sen importarlle o dano que podía causar e a pesares de que sabía que o citado Jesús padecía certas patoloxías físicas que o facían especialmente vulnerable». Como consecuencia de los golpes, la víctima sufrió una gran tumefacción de la oreja derecha, que derivó en un hematoma subdural agudo que provocó su fallecimiento.

La familia comentó ayer, tras conocer el auto, que es un primer paso para que se aclare la muerte de Jesús. No obstante, su hija Mari Luz Cajaraville considera que el asilo de Caldas también tiene responsabilidad y no descarta emprender acciones legales contra la institución. «Quien pegó a mi padre fue ese señor, pero creo que el asilo no actuó con la diligencia suficiente para pedir una ambulancia y llevarlo al hospital de inmediato, tampoco llamó a la Guardia Civil y es como si quisiera taparlo», subrayó.