La mayoría de la plantilla optó por abandonar la empresa turística, que seguirá ofreciendo banquetes y bodas todo el año
14 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El conflicto laboral del Galatea, en Paxariñas, ha llegado a su fin con la marcha de la mayor parte de sus trabajadores y con la intención de asumir un carácter de hotel estacional. El propietario, José Luis Prieto González, explicó que el hotel «seguirá abierto todo el tiempo que nuestros clientes quieran y nuestra capacidad de gestión nos lo permita». Las bodas, banquetes y celebraciones familiares seguirán teniendo lugar durante todo el año, «con la atención y el esmero que siempre hemos venido prestando». Prieto añadió: «Volvemos a empezar con más ilusión si cabe».
El propietario del Galatea justificó la transformación del local. «La apertura del hotel durante todo el año conduce a la empresa a la quiebra». Esto es lo que se comunicó a los trabajadores en su día uno a uno, sin que, apuntó Prieto, se les dijese nada en contra.
Por esta razón, la empresa ofreció pasarlos a trabajadores fijos discontinuos y «poder mantener los puestos de trabajo garantizando, al menos, seis meses, aun cuando lo que era aconsejable era no abrir más de cinco». Prieto destacó que la marcha de una de las grandes compañías turísticas gallegas de este hotel en mayo se debió a la «imposibilidad de obtener una rentabilidad mínima que permitiera su continuidad».
Cuando la propiedad se hizo cargo, en mayo, del hotel, había atrasos en el pago de nóminas y hubo que invertir más de 60.000 euros, además de «cumplir de manera rigurosa con los pagos» a la plantilla.
Sin embargo, tras las negociaciones, la mayoría de los empleados optó por irse y percibir indemnizaciones, una decisión que Prieto afirmó lamentar, a la vez que se quejó de las críticas recibidas por su decisión de cambiar la filosofía del establecimiento, al entenderlas injustas.