A Ferrería se convierte en un vergel por Difuntos

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

El tradicional mercado de las flores que se celebra cada año con motivo de esta jornada inundó ayer la plaza

01 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

A Ferrería convertida en un vergel es una estampa que se repite todos los años por Difuntos. El tradicional mercado de las flores para adornar los cementerios, volvió a inundar ayer este espacio. Más de medio centenar de vendedores procedentes de las distintas parroquias pontevedresas y de otros municipios de la provincia, la mayoría pequeños cultivadores, atrajeron a centenares de compradores que, o bien iban a tiro fijo al puesto de alguna conocida, o los recorrían todos buscando la flor más vistosa y la más barata. Fina García, de Campañó, es una de las veteranas del mercado, tiene 74 años «e empecei a vender cando aínda era solteira». Nuera, nieta, primos... media familia le ayuda a despachar las margaritas, crisantemos y otras especies que ella misma cultiva en su invernadero.

Diego Abal viene desde Vilanova y según comenta, este año la producción ha sido más o menos igual que otros años, aunque la flor abrió antes, con las primeras lluvias de otoño. Los precios se mantienen igual. El crisantemo grande, la flor por excelencia de Difuntos, se vendió a 1 euro la unidad y el pequeño a 80 céntimos; la margarita a 4 euros el ramo; las rosas a 2 euros la unidad y los claveles a 8 euros el paquete. En el puesto de Maribel Vaquero, de A Guarda, encontramos liliums a 8 euros el ramo, orquídeas a 20 euros la vara y una variedad más barata de mini cymbidium a 15 euros. Pero si lo que se busca es un centro de flores, los hay a partir de 10 euros. Destacan los del puesto de Beatriz y Nuria, madre e hija. Son de Barro y tienen una mano especial para estas composiciones. «Compramos las flores y los hacemos nosotras; empezamos a venir a este mercado cuando estábamos en el paro y ahora que tenemos trabajo pedimos el día para seguir viniendo, porque algún beneficio siempre sacas».

Arreglo de tumbas

En San Mauro, como en otros cementerios, ayer ya había mucho movimiento de arreglo de tumbas. Familias enteras se afanaban en tener las sepulturas en perfecto estado para estos días de Difuntos y de Todos los Santos. Muchos las mantienen adornadas todo el año, pero en estas fechas se esmeran más.