Los familiares del edil que viven en Faverizas aseguran que la calle la limpian ellos

Roi Palmás
roi palmás MARÍN / LA VOZ

PONTEVEDRA

Reconocen que fueron en persona al Concello para solicitar esta actuación en la barriada pero que las labores se interrumpieron

28 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El malestar vecinal reinante en la calle Faverizas por causa de la limpieza selectiva del vial por parte del Concello, publicado por La Voz de Galicia el pasado viernes 24 de octubre, ha provocado ya las primeras reacciones. En las quejas vecinales se explicitaba que una parte de este vial se había limpiado por personal enviado por el Consistorio marinense en varias ocasiones, olvidando la otra parte. Los hechos ocurrieron en el pasado mes de junio y hace ahora dos semanas se volvieron a repetir.

Los habitantes de esta zona se sienten perjudicados por esta selección de tramos, ya que la realidad evidencia la diferencia en el estado de conservación del pavimento entre una y otra. Un grupo de estos vecinos considera que una de las razones que explican esta actitud municipal pudiera deberse a que en la parte más veces acondicionada residen los cuñados de un concejal del Concello.

Esta consideración ha generado la respuesta de los familiares del edil aludidos, quienes están molestos por el clima que se ha generado en el barrio a raíz de estos hechos.

Aseguran Aurora Soto y su esposo que «la primera vez que entró una máquina a limpiar en nuestra barriada ha sido porque nosotros nos molestamos en ir directamente al Ayuntamiento para hablar personalmente, dando la cara, con la persona que llevaba el tema de la limpieza» y preguntan a sus vecinos: «¿Os habéis molestado en hacer algo por la barriada donde vivimos?», aunque reconocen que los trabajos se detuvieron en esa zona que delimita las dos partes de la calle.

La pareja, que reside en Faverizas, apunta también que «nosotros, no necesitamos que nos limpien la calle porque la mantenemos limpia durante todo el año» y zanjan sus críticas al resto del vecindario aseverando que «en las fotos se ve bastante abandono» por su parte.

Por último, los aludidos abogan por enterrar el hacha de guerra y advierten que «es muy fácil hablar, murmurar y crear un malestar entre vecinos que no es necesario» y proponen que «lo que sí se debería de hacer es fomentar la cordialidad y el buen hacer para evitar conflictos inncesarios, así como comentarios injustos». Como colofón reconocen que «el Concello tiene el deber de mantener la calle en condiciones» y entienden las quejas por el estado del vial.

«No necesitamos que nos limpien el barrio porque nosotros ya lo mantenemos así durante todo el año»

Aurora Soto