«Habrá quien se quiera aprovechar, pero la uva debe tener un precio justo»

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

MARTINA MISER

Insiste en que los viticultores tienen que obtener un beneficio por su labor

26 oct 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

Rías Baixas acaba de vendimiar una cosecha de poco más de 24 millones de kilos de uva. Para Juan Gil, presidente de Rías Baixas, esta nueva producción trae la cantidad justa en el momento adecuado. «Satisface la demanda de las bodegas para suministrar a los mercados y permite a los viticultores vender toda su uva», explica. Trae «equilibrio», añade. Y considera que ha llegado el momento de que la denominación recupere precios. Del vino sí, pero también de la uva.

-Acaban de terminar una vendimia en la que hubo miedo entre el sector ¿no es así?

-Hubo miedo porque tuvimos un verano muy malo y cuando todo el mundo esperaba un septiembre bueno y soleado empezó a llover como si se hubiera abierto el cielo. Pero luego cambió todo.

-El tiempo cambió y, al final, la recogida se hizo sin prisa.

-Cuando hace buen tiempo la gente está tranquila. Antiguamente la vendimia duraba un mes. Hoy, gracias a la capacidad que tienen las bodegas, todo se hace más rápido y se puede acortar ese tiempo. Si sabes que tienes unas semana de buen tiempo, puedes vendimiar tranquilo.

-Este es un año difícil para la cosecha.

-Es un año de los típicos para la cosecha. Rías Baixas está en el límite de zonas posibles para el cultivo del vino, al igual que muchos lugares en los que se elaboran los mejores vinos del mundo. En cuanto el tiempo se tuerce, el vino se nos va. Este año tenemos una acidez más alta, así que serán unos vinos más frescos que tendrán que hacer fermentación maloláctica en algunos casos... pero no es nada que no conozcamos ya y que no sepamos cómo afrontar.

-Es una cosecha no muy abundante ¿en qué momento llega?

-Es una cosecha que si se repite dos o tres años más, las bodegas van a tener problemas de abastecimiento. Pero venimos de unos que, salvo el 2012, las producciones fueron muy altas y las bodegas todavía tienen algo de vino. Así que la del 2014 nos da equilibrio. Satisface la demanda de las bodegas para suministrar a los mercados y permite a los viticultores vender toda su uva.

-Dice el plan estratégico que, en años sucesivos, van a necesitar más uva.

-Lo dice también la realidad. Este año vamos a cerrar el ejercicio con más de 21 millones de litros de vino calificados. Eso es bastante más de 24 millones de kilos. Es cierto que hay que dejar de vender el vino a precios bajos y volver a precios normales, para equilibrar la oferta y la demanda. Pero nuestra tendencia es que vamos a necesitar cosechas de 30 millones de kilos de uva. Y este es un mensaje para tranquilizar a los viticultores.

-El viticultor ha demostrado este año su profesionalidad. No solo ha esperado para vendimiar arriesgándose a perderlo todo, tampoco ha pedido un precio desorbitado por la uva a pesar de que esta fuera escasa.

-Es que este es un sector maduro. Hay gente que se empeña en destacar los aspectos negativos, pero yo prefiero ver el lado positivo. El viticultor es un profesional y ya no podemos seguir hablando de precios disparatados de la uva, como cuando se pagaba a tres euros el kilo. El precio de la uva debe pagar los costes de producción y generar un beneficio razonable. Como en todos lados habrá quien se quiera aprovechar pero no es lo normal en el sector y la uva debe tener un precio justo. La oferta y la demanda equilibran las cosas y las bodegas no tendrán más remedio que pagar un precio normal por la uva, que suponga un beneficio para el agricultor. Tiene que ser así.

-¿La crisis ha obligado a bajar el precio de los Rías Baixas?

-En la gran distribución tiene que haber marcas que estén ahí. Lo que no puede ser es que vendan por debajo de los costes. Comprendemos que en algún momento, algunos se han visto obligados a vender muy barato. Las grandes superficies son un mercado donde tenemos que estar, porque debemos permitir que el albariño llegue a todos los sectores del consumidor. Hay marcas que deberían estar allí, pero a precios bien remunerados.

-Las ventas van bien, las exportaciones suben... parece que en Rías Baixas está todo hecho.

-En el momento en el que dejes de dar presión, esto se viene abajo. Hay que estar presionando continuamente porque hay otros que también lo están haciendo.

-Dice el catador de Robert Parker que «lo malo es creerse el Rey del Mambo, porque queda mucho por recorrer». ¿Rías Baixas todavía tiene mucho que recorrer?

-Muchísimo. Porque hay muchos buenos vinos por el mundo que están intentando quitarnos el sitio. Hay que mejorar los vinos en lo que se pueda y hay que conquistar mercados, consolidándonos donde ya estamos. Los mercados son muy crueles y se olvidan de uno a la primera de cambio. Esta es una profesión de un riesgo tremendo. En un año malo te puedes cargar todo lo que hiciste en muchos años.

juan gil de araújo presidente del consello regulador

«Hay que dejar de vender el vino a precios bajos y recuperar los precios normales»

«Necesitaremos cosechas de 30 millones de kilos. Y este es un mensaje para el viticultor»

«Las grandes superficies son un mercado en el que los Rías Baixas tienen que estar»