Asume las obras exteriores y aplaza la decisión hasta que acabe la reforma
21 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El expediente informativo abierto hace cinco meses por el Concello de Pontevedra a la empresa concesionaria del matadero municipal, Carnifex, se cierra, de momento, sin medidas sancionadoras contra la empresa. Así lo indicó ayer la concejala de Promoción Económica, Carlota Román (PSOE), después de que la propuesta de resolución del expediente fuera aprobada por la junta de gobierno local.
El acuerdo adoptado es que el Ayuntamiento concede un plazo a Carnifex -en concurso de acreedores desde el pasado julio- para que remate las obras que está ejecutando desde el 6 de octubre para corregir las deficiencias higiénico-sanitarias y estructurales apuntadas por la Consellería de Sanidade a instancias del Juzgado de lo Mercantil. La edila no pudo precisar cuál es ese plazo, y señaló que será el que determinen los sevicios técnicos municipales en función de los trabajos que se realicen.
El Concello aplaza, por tanto, cualquier decisión sobre la concesionaria hasta que se dilucide el resultado final de las obras. Unos trabajos que, según indicó ayer un portavoz de la plantilla de Carnifex, «van a buen ritmo». El Ayuntamiento sí asumirá las obras de mejora que afectan al exterior del matadero ubicado en la parroquia de Alba, atendiendo así una solicitud cursada este mes por la empresa. En concreto, se trata del arreglo de la verja exterior, en la zona próxima a la vía del tren -afectada por las obras de la alta velocidad- y el derribo de las estructuras correspondientes a la antigua perrera municipal -situada a unos doscientos metros del matadero y que llevan años sin uso-.
La concejala de Promoción Económica aludió a signos de «boa vontade» en la concesionaria para reabrir la instalación, por lo que añadió que el Concello debe corresponder de igual manera, «aínda máis cando se trata de preservar unha actividade económica e, sobre todo, os postos de traballo dependentes». Desde este departamento se hizo hincapié ayer en que a la Administración local corresponde la relación administrativa con la concesionaria, mientras que las competencias sanitarias relativas a la apertura o cierre del matadero son de Sanidade.
Precisamente, la consellería, a través de la Xefatura Territorial de Sanidade, fue quien decretó el cierre del matadero el 30 de abril argumentando deficiencias de diversa índole en las instalaciones. Algo que siempre negó la empresa, que aludió a una persecución por parte de la Administración autonómica. La plantilla de Carnifex, formada por diecisiete trabajadores, se vio inmersa en un expediente de regulación de empleo (ERE), que desencadenó en julio en la solicitud voluntaria del concurso de acreedores al no poder hacer frente a los pagos. Para evitar la liquidación judicial, tiene que reabrir antes del 30 de noviembre.