El arenal sanxenxino registró ayer una notable afluencia de visitantes foráneos gracias en buena medida a la festividad del 12 de octubre y a la Festa do Marisco de O Grove que finalizó el día anterior
14 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.La mañana de ayer fue, probablemente, la última de este año en la que el paseo de Silgar acogió la presencia de un nutrido grupo de visitantes foráneos. La razón que lo explica se fundamenta en dos grandes argumentos. Por un lado, el día después de la festividad del 12 de octubre fue festivo en diversas comunidades autónomas, lo que posibilitó que turistas venidos de Asturias, Castilla León, Andalucía o Canarias se acercasen a Sanxenxo siguiendo su efecto llamada en busca de obtener una foto que inmortalizase la playa de la que tanto se habla fuera de Galicia.
La otra razón reside en el inmejorable cartel que supone la Festa do Marisco grovense, que sigue manteniendo un fuerte tirón entre el público gallego pero también entre el que no lo es, incluso entre los procedentes de otros países.
Los operadores turísticos y los puntos de información constatan que este pasado fin de semana y la jornada de ayer, supusieron un último pico de afluencia masiva en pleno mes de octubre. Superado ya el éxito del verano y la prolongación de las semanas posteriores, se baja el telón de las visitas en grupo y del fervor turístico para dejar paso a un perfil de visitante más hogareño. Es el turno de los gallegos y portugueses y de los visitantes que se han convertido en residentes de larga duración.
Sanxenxo entra ya en una etapa de tranquilidad aunque sigue ofreciendo argumentos como la enología, la gastronomía, los deportes náuticos y de riesgo y las actividades al aire libre que le confieren un grado de atracción elevado durante todo el año.