O Grove se harta de vender marisco

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso O GROVE / LA VOZ

PONTEVEDRA

MARTINA MISER

La fiesta cierra sus puertas tras servir 95.000 raciones y 8.000 pinchos

13 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La de ayer era la última oportunidad para probar una de las raciones o de los pinchos de marisco que se servían en la fiesta de O Grove. Y fueron muchos los que aprovecharon la jornada para desplazarse a esta localidad y dar buena cuenta del pulpo á feira, de las cigalas a la plancha y, por supuesto, del arroz de mariscos. También, de las elaboraciones más preparadas, que se servían en la carpa Cociña Mar. Tras haber vendido más de 95.000 raciones y 8.000 pinchos, los festejos mecos se despiden. Será solo hasta el próximo año, cuando sin duda volverán con más fuerza.

Alrededor del mediodía en los principales accesos a la localidad meca se notaba que algo importante estaba pasando en la misma. La afluencia de tráfico y gente era mucho más elevada que cualquier fin de semana. Pero no había retenciones. Solo pequeñas esperas. Tampoco aparcar era tarea demasiado complicada. Los pequeños alumnos del colegio Rosalía de Castro estaban apostados en Luis A. Mestre con señales de Párking para indicar a todo el que lo quisiera, el camino a su estacionamiento, en el que recaudaban fondos para sus excursiones. Pero encontrar un hueco en Beiramar o en el entorno de O Corgo tampoco era una tarea excesivamente complicada.

Como un reloj

Igual de bien que el sistema de tráfico funcionaron las dos carpas. En Cociña Mar, donde los restauradores de la localidad ofrecían elaborados pinchos de marisco, no había tanta aglomeración. Pero lo cierto es que fueron muchos los que pasaron por este recinto para probar las minihamburguesas de pulpo o el cucurucho de buey de mar, entre otras muchas preparaciones. Más de ocho mil de estos pinchos se degustaron en la fiesta.

Más afluencia había, en cambio, en las carpas de degustación. Desde las doce del mediodía y hasta pasadas las cuatro de la tarde, la presencia de comensales fue casi continua. La práctica totalidad de las mesas estaban ocupadas y los operarios limpiaban rápidamente cualquier espacio que quedara libre, para dejar paso a los siguientes. Predominaba, en la jornada de ayer, el público de la zona. Y había entre ellos verdaderos veteranos, que se traían sus sillas y sus manteles para degustar con más tranquilidad y elegancia el marisco.

Un año más, el pulpo se ha impuesto como la ración favorita de los comensales. Según los datos de la organización, hasta el mediodía de ayer se habían vendido 6.650 raciones de este producto, frente a las 5.706 del arroz de marisco. Este plato que antaño era el más demandado, se ha visto relegado en las últimas ediciones al segundo puesto.

Mención especial merecen también los juegos populares. Al final, las condiciones meteorológicas permitieron colocar en O Corgo más de 140 piezas diferentes. Y fueron toda una sensación. Vecinos y visitantes se afanaron por demostrar sus habilidades y encontrar alguna pieza libre era tarea complicada. Había que esperar casi más por uno de estos juegos, que por una ración de marisco.