Los trabajadores del Galatea acudirán a la vía judicial si se hace efectivo el ERE extintivo

Roi Palmás
roi palmás PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Esta tarde comienzan las negociaciones con la dirección del hotel aunque no se descartan movilizaciones en próximos días

08 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta tarde arranca la mesa de negociación que dilucidará el futuro empresarial y laboral del hotel Galatea de Portonovo. Se espera un proceso intenso que debería de resolverse antes del 31 de octubre, fecha a partir de la cual entraría en vigor el ERE extintivo previsto por la dirección y que supondría que los 24 miembros de la actual plantilla se quedasen sin trabajo.

En caso de que esta fuese la resolución final, el Galatea pasaría de ser un hotel de referencia en el turismo de Sanxenxo durante todo el año a competir únicamente durante los meses centrales de la campaña estival.

El temor a que estos presagios se cumplan ha llevado a los trabajadores a ir diseñando un plan de acción en caso de que el resultado de las próximas reuniones no sea el deseado por ellos. A falta de conocer qué ofrecen desde la cúpula directiva del establecimiento hotelero, la plantilla barrunta ya acudir a la vía judicial para interponer las pertinentes demandas por despido improcedente. De hecho, se están organizando en este sentido para sopesar los efectos que tendría esta medida y los costes de la misma. Ya saben que tendrán que demandar de manera individual en el juzgado de lo social y que no podrán acudir a esta vía conjuntamente.

Además de esta decisión, no se descartan otras medidas de presión como la de las movilizaciones por parte de los afectados, a fin de hacer visible su rotunda oposición al ERE extintivo planteado.

La intención de los trabajadores es mantener sus puestos de trabajo a toda costa (21 de ellos son empleados indefinidos y los otros tres, fijos discontinuos) mientras que los números que baraja la dirección de la compañía les invitan a pensar que abriendo sus puertas únicamente durante el segundo y tercer trimestre de cada año, los ingresos acumulados serían más que suficientes para asegurar la viabilidad del negocio.

Dado que las posturas parecen realmente alejadas, no se confía demasiado en que de la primera reunión se salga con un avance significativo. La plantilla espera que la dirección ponga de su parte y se apee de la idea de convertir el hotel en una instalación de temporada. Para ello, estarían dispuestos a afrontar un cierre de hasta tres meses.