El IBI atiza las diferencias entre gobierno y oposición en Sanxenxo

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

PONTEVEDRA

Los partidos se enzarzan en acusaciones mutuas con una guerra de cifras

01 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Las cifras llegaron a marear en el pleno de Sanxenxo del lunes, donde al amparo de la rebaja del IBI, las diferencias de interpretación de los mismos números agravaron la brecha entre el gobierno -PP y VIPS- y oposición -PSOE, BNG y SAL-. Fue una sesión donde se despachó en una hora uno de los temas más relevantes que se tratará en todo el año, el tipo impositivo del IBI. En el 2015 se reducirá del 0,60 actual, forzado por el decreto del Estado por tener un catastro que no se revisaba desde e 1995, hasta el 0,48, que fue la propuesta del equipo de gobierno. La oposición reclamó un mayor descuento.

Un concepto, «justicia tributaria», estuvo en boca de todos, aunque estas palabras recibiesen una interpretación también distinta dependiendo de en qué lado del salón estuviese sentado cada portavoz.

Ganó el gobierno local, en una votación que difícilmente sería de otra forma al tener mayoría absoluta. El PSOE se sumó a la rebaja del IBI, pero no por convicción, según se pudo entresacar del discurso de la socialista Dulcinea Aguín, sino como mal menor, porque siempre sería preferible al mantener el 0,60.

De hecho, las críticas de los escaños de la oposición fueron tan duras que el concejal de Hacienda, el popular Marcos Guisasola, llegó a retar a la oposición a votar por que siguiese el tipo más alto, si tan convencidos estaban de que su iniciativa era mala. Les recordó que en concellos gobernados por BNG y PSOE, el tipo impositivo era aún más alto -0,50 en Poio; 0,63 en Pontevedra y 0,88 en Vigo-.

El BNG y SAL votaron en contra de la rebaja de IBI, no porque no quisiesen que se redujese, sino porque entendían que aún se podría rebajar más. El Bloque introdujo la idea de dejar un IBI distinto a las segundas viviendas frente a las primeras, lo que provocó la airada reacción del PP y de VIPS, que recordaron que sería un castigo al turismo que ya ve penalizado este concepto en el impuesto de la renta.

El PSOE exigió que la oficina del Catastro, que se ubicará en Portonovo, amplíe su atención al público hasta fin de año en vez de rematar sus servicios el 30 de este mes. El PP recogió el guante, asegurando Guisasola que el Concello y el Catastro entendían que el plazo fijado era suficiente pero que si se veía que no, se podría aumentar. También animó a los vecinos a alegar contra los errores que se detectasen.