Veinte minutos para asuntos de trámite, tres horas de «noite pechada»

Serxio Barral Álvarez
S. barral PONTEVEDRA / LA VOZ

FIRMAS

23 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Este cronista lleva quince años asistiendo a plenos municipales en Pontevedra. Desde el año 2007, salvo períodos de vacaciones, prácticamente no se perdió ninguno. Por ello se siente capacitado para afirmar que el de ayer fue de los más aburridos y carentes de contenido de los últimos tiempos. Apenas veinte minutos bastaron para tratar asuntos de trámite, como los festivos locales, la cuenta general del Concello en el 2013 o una modificación del cuadro de personal, y uno que tendría que haber sido de cierta enjundia pero se despachó con un leve y amable debate: una modificación de crédito por 2,9 millones de euros.

A partir de ahí se hizo «noite pechada» durante más de tres horas. La expresión la utilizó en el pleno el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG) para definir la actitud del PP de no atender a razones, de enrocarse en sus propios planteamientos sin tener en cuenta lo que argumentaban los otros grupos. Pero Lores solo vio la paja en el ojo ajeno, porque lo cierto es que la «noite pechada» se echó sobre los tres grupos, empeñados una y otra vez en un diálogo de sordos. Algo, por otra parte, nada inhabitual en los plenos municipales que, de un tiempo a esta parte, abordan cada vez menos asuntos de trascendencia para el día a día de los ciudadanos y más momentos de pseudodebate político que no dejan ningún tipo de poso para la posteridad.