Hermanos con el gol en la sangre

Aleixandre Méndez
Álex Méndez PONTEVEDRA / LA VOZ

FIRMAS

P.CHAPELA

Hugo y Cuchi impulsaron el domingo al Sanxenxo hacia el liderato con sus tantos

23 sep 2014 . Actualizado a las 15:33 h.

La casa de los Jiménez Maruenda se convirtió el pasado domingo en toda una fiesta. El motivo, una jornada futbolística para recordar en la que el Sanxenxo alcanzó un histórico liderato de Tercera impulsado por los goles de Enrique y Hugo, hermanos y, desde el año pasado, también compañeros de vestuario. El pequeño de los dos, Hugo, allanó el camino marcando los dos primeros tantos al Cerceda. Y Enrique, más conocido futbolísticamente como Cuchi, no quiso ser menos y anotó el 4-0 definitivo con un latigazo desde fuera del área.

Cuchi (Pontevedra, 1981) pone la voz de la experiencia, después de ocho años en el Sanxenxo en los que consiguió un ascenso de Primera Autonómica y dos a Tercera. «El primer puesto en la quinta jornada es un espejismo», recuerda. Y Hugo, aunque seis años más joven, también le secunda en esta idea al calificarlo como «una anécdota». De hecho, el liderato no les ha hecho levantar ni un centímetro los pies del suelo. «El objetivo del equipo está muy claro, y no es otro que la permanencia», apuntan ambos.

Tampoco sacan pecho respecto a su notable actuación ante el Cerceda, que el pequeño de los Jiménez Maruenda atribuye a «uno de esos días en los que te sale todo. Y cuando viene, hay que aprovecharlo». Cuchi, por su parte, también parece querer restar mérito a su golazo desde 30 metros. «Lo vi después en la tele y la verdad es que fue muy bueno. Si llegó a darme cuenta que estaba tan lejos, creo no hubiera tirado», cuenta entre risas.

Pero además de en su discurso, las coincidencias entre los hermanos también se reflejan sobre el césped. De hecho, aunque de generaciones distintas, los dos jugadores comparten posición en el césped, actuando habitualmente como interiores. Y como ambos son diestros, les toca turnarse para jugar a banda cambiada asumiendo juntos la responsabilidad de crear peligro por los costados. Aunque, por suerte, ni siquiera eso ha logrado generar rivalidad entre ellos. No en vano, Cuchi fue clave en el fichaje de Hugo por el club amarillo. «Me hacía ilusión terminar jugando con mi hermano, y el año pasado conseguimos traerlo del Bahía», apunta el mayor. Así, ambos cumplieron un viejo anhelo, ya que Hugo desvela que «desde pequeñito siempre fui a ver jugar a Cuchi y soñaba con que llegase el momento en el que pudiésemos jugar juntos». Y ahora, además, ambos viven una etapa dulce en Tercera. «Es una alegría poder compartir momentos así con mi hermano», reconoce Cuchi.

Elogios mutuos

La buena relación familiar que ambos afirman mantener se confirma, también, al pedirle a cada uno que defina al otro. De hecho, Cuchi destaca de su hermano que es «muy rápido, desequilibrante y con olfato goleador». Y Hugo, como no podía ser de otra manera, le devuelve los elogios. «Él tiene mucha calidad, mucho gol, es habilidoso y con ese instinto dentro del área que pocos tienen», destaca.

En medio de tan buen rollo, parece imposible creer que, con la competitividad que rodea al fútbol, no existan piques entre ellos. Pero entonces, Cuchi desvela el secreto. «Con mi hermano no me puedo picar, porque es más joven y corre más. Con 33 años ya no estoy para picarme con él», bromea.