El Concello ultima el proyecto, que aún tiene que remitirse a la Xunta
21 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El río Gafos sigue esperando por un proyecto de saneamiento que resulta vital para su futuro pero lleva varios años de retraso. Concretamente, desde abril del 2010, cuando Concello y Xunta firmaron el segundo convenio de saneamiento del rural, que incluyó financiación para eliminar vertidos y renovar el colector general en todo el cauce del río en el término municipal.
Tras un sinfín de desencuentros entre Xunta y Concello -la obra llegó a estar adjudicada por la Administración autonómica en abril del 2011, pero finalmente se paralizó su ejecución y comenzó un rosario de propuestas y contrapropuestas-, en mayo de este mismo año se llegó a un acuerdo entre ambas partes para sacar adelante la única obra de aquel convenio que aún sigue pendiente.
Pero el Concello, encargado de redactar el proyecto, todavía no lo tiene cerrado del todo. Urge, ya que hay que remitirlo a Augas de Galicia, cuyos técnicos habrán de darle el visto bueno antes de proceder a la licitación y adjudicación. Y hay un plazo limite de diciembre del 2015 para tener ejecutada la obra, so pena de perder los fondos europeos que financian los 1,2 millones de euros en que se presupuesta.
Desde el gobierno local se señaló que puede ser cuestión de días que se remita el documento a la Xunta. Otras fuentes municipales confirmaron a La Voz que finalmente todo el tramo urbano quedará fuera de este proyecto, ya que la Xunta no lo prevé al tratarse de un convenio de saneamiento «del rural».
Así, la actuación que contemplarán Xunta y Concello va desde la zona de la estación de autobuses hasta el límite municipal con Vilaboa. A expensas de cambios de última hora, el proyecto que se remitirá a Augas de Galicia recogerá la sustitución de un total de 2.140 metros del colector general. Entre la avenida de la Estación y la calle Otero Pedrayo se prevé la sustitución de 400 metros de la canalización existente por otra de PVC que irá protegida por un nuevo dado de hormigón armado. En esta zona se instalarán 14 pozos prefabricados estancos y se repondrán las conexiones de fecales y pluviales existentes.
Entre Otero Pedrayo y el límite con Vilaboa en Lusquiños (Tomeza), el colector discurre por la senda peatonal. Hay un primer tramo de 117 metros hasta el puente del tren y a continuación, otros 1.623 metros. Está previsto reponer toda la canalización, y sustituir otros ochenta pozos de registro que son actualmente de hormigón.
En estos dos kilómetros, la canalización recibe los caudales procedentes del polígono industrial del Campiño, de parte de Marcón y de las parroquias de Tomeza y Salcedo, en Pontevedra; y de Figueirido (incluyendo la Brilat) y Bértola, en Vilaboa.
El plazo límite para tener ejecutada la obra es diciembre
del 2015