Reválida para el Pontevedra en un partido de antagonismos

Aleixandre Méndez
Álex Méndez PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Manu Fernández toca el balón en un entrenamiento mientras la plantilla hace carrera continua.
Manu Fernández toca el balón en un entrenamiento mientras la plantilla hace carrera continua. Ramón Leiro< / span>

Los granates visitan a un Ribadumia en alza obligados a ganar tras encadenar dos derrotas consecutivas

21 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Ribadumia y Pontevedra se enfrentan esta tarde en A Senra (18 horas) en un partido marcado por los antagonismos. Los aurinegros, degustando su primera temporada en Tercera, esperan la visita de un bloque granate que vive su cuarta campaña consecutiva en una categoría de la que quiere salir cuanto antes. Un partido al que el recién ascendido llega vestido de equipo revelación, coliderando la tabla con ocho puntos junto al Cerceda, mientras que el conjunto capitalino, gran favorito al título, navega en la zona de nadie de la tabla tras encadenar dos derrotas.

Así las cosas, el duelo de hoy enfrentará oportunidad y necesidad, ilusión y presión. Una dualidad que también se refleja en los banquillos. En el del Ribadumia, Gabi Leis espera el partido con la tranquilidad del que está curtido en mil batallas. Muchas de ellas, como jugador del que hoy será su rival, un Pontevedra en el que fue una pieza clave en defensa durante nueve temporadas en las décadas de los 70 y los 80. Y muchas otras, ya desde la banda en todas las categorías del fútbol español y en las más altas del autonómico.

Enfrente, Manu Fernández enfila el partido antes de cumplir su primera campaña completa en Tercera, sin la experiencia de Leis como sostén aunque con la bula ganada el año pasado al quedarse a las puertas del ascenso, después de haber heredado un equipo desnortado tras un mal inicio de liga. El técnico, en el disparadero tras los dos últimos tropiezos de su equipo, se encuentra en el momento más difícil desde que asumió las riendas de la nave granate, ya que hasta ahora nunca ha encadenado dos derrotas consecutivas. Y aunque también intenta transmitir tranquilidad, basándose en la confianza en su trabajo y en la capacidad de sus hombres para revertir la situación, tampoco oculta que la procesión va por dentro, consciente de la trascendencia del resultado de hoy y de que, como reconoció a principios de esta semana, su puesto no depende de él.

Vidas cruzadas sobre el césped

Por si fuera poco, sobre el césped también se medirán jugadores con historias cruzadas. En el Pontevedra, más de la mitad del probable once titular estará formado por jugadores que llegaron este año de categorías superiores para intentar dar el salto de calidad necesario al equipo para lograr el ansiado ascenso. Así, salvo Edu en la portería, Adrián Gómez en el lateral derecho y Kevin Presa o Fran Fandiño en el centro del campo, el resto del once lo completarán, presumiblemente, jugadores formados fuera de la cantera como Campillo, Capi y Feito, en defensa, Pedro García, Mouriño, Centrón y Anxo, en la media, y Jorge Rodríguez en ataque.

En cambio, el Ribadumia estará plagado de futbolistas -un total de once en su plantilla- con pasado en el Pontevedra. Algunos, como David Pérez, Miguel Vázquez, Óscar Río o Changui, con el poso del veterano que quiere seguir disfrutando del fútbol. Otros, como Pacheco, Bisti o Sylla, salieron en su día en busca de las oportunidades de las que no gozaron en Pasarón.

La mayoría, aseguran, no afrontan el partido con ánimo de revancha. Pero el premio de poder brindar a su afición un triunfo histórico, y seguir ganándose el derecho a ser considerados el equipo revelación, parece acicate necesario para que los aurinegros diriman una batalla frente a los granates con resultado incierto en el partido de los antagonismos.