Cuatro familias del CPI Alfonso VII acuden al Contencioso

caldas / la voz

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Los padres se quejan de que el centro discriminó a sus hijos y no los dejó titularse

20 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

«Nós non pedimos que nos aproben aos nosos fillos, senón que se trate a todos os rapaces por igual», explica Isabel Liñeira, madre de un alumno del CPI Alfonso VII de Caldas, que no pudo titularse en ESO con una suspensa. La mujer, junto a otras tres familias que ayer se concentraron delante del colegio caldense, explicó que a otros estudiantes del mismo centro la misma junta de evaluación sí aceptó aprobarlos. Ante lo que consideran ser víctimas de una discriminación, otro de los afectados, Manuel Castro, manifestó que la única vía que les quedó abierta es el Juzgado de lo Contencioso y allí se dirimirá el derecho de los alumnos a pasar de curso y titularse, como sostienen sus padres que han hecho otros compañeros con una o dos asignaturas pendientes.

Manuel Castro indicó que el conflicto se originó cuando reclamaron ante la Inspección la revisión de uno de los exámenes que habían suspendido sus hijos. Confiaban en que si conseguían reducir el número de suspensos de tres a dos o incluso a uno, entonces podrían verlos titularse en ESO e iniciar un ciclo medio, que les garantizase más alternativas de futuro. Revisaron el examen y lograron que se les aprobase esa asignatura, por un defecto de forma, pero sus hijos no quedaron con un expediente limpio porque tenían alguna más pendiente. El resultado es que cuando se reunió la junta de evaluación, los profesores presentes acordaron no pasarlos. Conclusión: los cuatro escolares tienen que repetir el último curso de la ESO por una o dos asignaturas solamente.

Los padres consideran que esta situación no sería polémica si el centro educativo no hubiese titulado durante años y aún este mismo curso a otros alumnos que también tenían una o dos pendientes. Al ver que a sus hijos se les trataba de otro modo lo interpretaron como una especie de aparente «represalia» por haber reclamado ante la Inspección. Lamentan que quienes salen más perjudicados son sus hijos. «Como protestamos non nos pasan os rapaces cando para facer un ciclo é un ano que perden», sentenció Castro.

La directora del CPI Alfonso VII, Pilar Señoráns, recalcó ayer que el equipo directivo del centro y la junta de evaluación son dos cosas distintas y que es este segundo organismo, constituido por los docentes que impartieron las clases a los niños, el encargado de decidir si debían aplicar un criterio de excepcionalidad, como sí se hizo con al menos otro compañero de curso, o no. Señoráns también fue clara: «Yo llevo 10 años en este centro, siete en la dirección y nunca hubo problema ninguno. En siete años los alumnos se titulaban con una o con dos». Por último, Educación evita intervenir afirmando que la junta de evaluación tiene plena autonomía en esta cuestión.