Miles de devotos acudieron al Santuario dos Milagres para pedir los favores de la virgen
15 sep 2014 . Actualizado a las 20:04 h.Miles de romeros desafiaron ayer los fuertes chaparrones que cayeron por la mañana en el Santuario dos Milagres de Amil (Moraña), en una jornada marcada por el fervor popular y las ganas de fiesta. Otra lluvia de billetes depositados por los devotos, aunque menos copiosa que otros años, cubrió también parte del manto de la virgen en el momento de la procesión.
Desde el sábado por la tarde y la madrugada del domingo fue constante la masiva afluencia de romeros llegados de distintos puntos de la provincia que hicieron el camino a pie hasta el santuario. Otros acudieron en autobuses y coches particulares con las inevitables retenciones. Las mayores aglomeraciones se registraron al mediodía, coincidiendo con los actos más solemnes de la jornada.
Como la devoción no está reñida con la fiesta, la multitud de asistentes disfrutó de las atracciones paralelas que se montan alrededor del santuario, de la gastronomía -con el pulpo como rey- y de las actuaciones musicales y verbenas.