Castiñeiras se tranformará en un parque botánico de trece hectáreas

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Cotorredondo abrirá todo el año y se ampliará la zona de esparcimiento

13 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Un parque botánico único en Galicia, con trece hectáreas donde se exhibirán plantas y árboles de los cinco continentes. Otras 64 hectáreas más de áreas de esparcimiento, zonas de mesas y bancos para comer y el acceso libre al entorno inmediato del lago. Estas son dos de las propuestas más relevantes de un ambicioso proyecto, impulsado por cuatro comunidades de montes de Marín y Vilaboa, y que tiene como objetivo revitalizar el espacio del lago de Castiñeiras y del mirador de Cotorredondo.

Las cuatro comunidades son Santa Cristina de Cobres, Vilaboa, San Xulián y San Tomé y ayer sus presidentes rubricaron la documentación oficial para constituirse en una fundación que se ocupará de gestionar de forma común 77 hectáreas de este entorno natural. Ahora buscarán el apoyo institucional de los concellos de Marín y Vilaboa, la Xunta y la Diputación.

El presidente de los comuneros de Cobres y de la nueva fundación, César Blanco, explicó que la solución a este espacio, muy deteriorado en los últimos años, es la creación del ente público privado. «O xardín vai ser un espazo pechado e as áreas de lecer levarémolas fóra, ás outras hectáreas, onde se vai a facer un traballo silvícola do que significa un bosque galego», precisó Blanco.

En el jardín botánico se incluirá también un insectario, es decir, un local donde se podrán observar distintas clases de insectos vivos y con un fin didáctico. El centro de recuperación de la fauna silvestre, que actualmente existe en este entorno, seguirá ubicado donde está y gestionado por la Xunta, aunque los comuneros quieren que algunos de los animales que viven ahí todo el año, porque no pueden retornar a la naturaleza, se exhiban ante el público.

La idea permitirá la creación de cuatro o cinco puestos de trabajo, ya que este jardín botánico se podrá visitar todo el año y están previstos trabajos de aprovechamiento forestal y conservación de las otras 64 hectáreas.

La actuación en Castiñeiras se complementará también con la puesta a punto del espacio del mirador de Cotorredondo, que se transformará en un centro de interpretación del paisaje y que será visitable incluso en invierno.

Además, los comuneros intentarán conseguir que la Xunta reconozca un carácter de excepcionalidad a parte de esta zona, apelando a un criterio que recoge la Ley, y que permitiría, en principio, que se pueda volver a asar en verano con ciertos requisitos.