La cita volverá a ser una herramienta para el fomento del turismo en las Rías Baixas
07 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La provincia de Pontevedra cuenta los días para la llegada de la Vuelta a España, que por cuarto año consecutivo tendrá en las Rías Baixas un escenario de lujo para que la carrera se decida en favor de los Contador, Valverde, Purito o Froome. El próximo jueves, el pelotón partirá de A Estrada para afrontar una etapa de 157 kilómetros que recorrerá buena parte de las comarcas del Ulla-Umia, Pontevedra y O Salnés antes de finalizar en el alto del Monte Castrove, al que se subirá en dos ocasiones. Y un día después, será el sur de la provincia el que acoja una etapa de 180,5 kilómetros entre Salvaterra y Cangas en la que, tras transitar por las comarcas de O Condado y el Baixo Miño, la ría de Vigo toma el testigo de las de Arousa y Pontevedra como marco incomparable para la batalla de los favoritos.
Con estos ingredientes, el espectáculo deportivo parece garantizado. Pero además, la apuesta que ha hecho la Diputación en los últimos tres años por traer la Vuelta a la provincia, después de comprobar la gran acogida de público que tuvo en su regreso a la capital en el 2011, trae consigo otros réditos desde el punto de vista de la promoción turística y la dinamización económica.
Para que esto sea posible, el ente provincial ha vuelto a poner en marcha una serie de actividades paralelas que convierten el paso de la ronda española en todo un evento social. Las actuaciones musicales en las localidades que serán salida o meta de ambas etapas son solo la punta de lanza de esta estrategia, que cuenta con la colaboración de los concellos con otras actividades organizadas junto al comercio local. Y además, a esto hay que sumar el reparto de merchandising por todo el recorrido, y otras campañas como la que se está llevando a cabo en colaboración con Turismo de Galicia en el metro de Madrid para atraer turistas a vivir en directo el final de la Vuelta, que este año concluye en Santiago. El objetivo es que las carreteras de la provincia muestren la mejor cara, como ha sucedido desde aquella etapa que unió Ponteareas y Sanxenxo en el 2012 tras que el director de la prueba, Javier Guillén, afirmó que había sido «en la que más público he visto nunca en la Vuelta».
Así, un año más la ronda española aspira a convertirse en el mejor escaparate de promoción a nivel nacional e internacional. Dentro de nuestras fronteras, la prueba está promediando en torno al millón y medio de espectadores en las últimas etapas, creciendo paulatinamente el interés conforme se acerca el final. Y a esto hay que sumar que se retransmite para cerca de 180 países incluyendo algunos como Francia, Bélgica u Holanda, países que el propio presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, situó esta semana como foco de interés para la atracción de turismo internacional a las Rías Baixas. No en vano, Louzán admitió que las cerca de dos horas de retransmisión televisiva diaria de la prueba «supón unha campaña de promoción que non poderiamos pagar».